Dos policías, asesinados a tiros a ante la Embajada de España en Argel
La violencia, lejos de apaciguarse, se cobra cada día nuevas víctimas en Argelia. Dos policías argelinos fueron asesinados ayer ante la Embajada y el Consulado de España en Argel. En otro atentado una correctora del diario independiente Le Soir d'Algerie y profesora de francés fue encontrada degollada ayer en Rouiba, cerca de Argel.El atentado en el barrio de las embajadas ha aumentado aún más la preocupación de las autoridades argelinas, ya que ha tenido como escenario la confluencia de los barrios de El Biar e Hydra, considerados los más vigilados de la capital, donde se concentran en escasos metros las embajadas de EE UU, Italia y España.
El incidente se produjo pocos minutos después de las nueve de la mañana, cuando tres jóvenes que iban a pie se acercaron a un vehículo con matrícula civil, marca Mazda, aparcado en la explanada de una gasolinera, en cuyo interior permanecían de vigilancia tres policías. Los jóvenes dispararon sus armas por el cristal posterior del coche, matando a dos de los funcionarios e hiriendo a un tercero.
Los tiros provocaron la alerta de las fuerzas de seguridad apostadas en lugares cercanos y especialmente en los alrededores de las embajadas y los consulados de España e Italia, situadas a una treintená de metros del lugar de los hechos. A continuación se produjo un tiroteo, a consecuencia del cual fueron abatidos dos jóvenes y herido y capturado un tercero.
Los atentados de ayer, junto con el asesinato de siete extranjeros el pasado lunes, prueban, según observadores diplomáticos, la voluntad firme del movimiento radical integrista de proseguir con la escalada de la violencia, irrumpiendo en escenarios considerados invulnerables. Italia ha anunciado su intención de reducir al mínimo su presencia en Argelia.
No hay un lugar seguro
"Parece no haber en Argelia un lugar seguro para los ciudadanos extranjeros", ésta es la conclusión a la que están llegando algunos observadores diplomáticos. La prueba de esta situación de inseguridad la ha vivido España en su propia piel, ante cuya embajada y consulado se produjo ayer el tiroteo y las cuatro muertes. Paradójicamente, la legación española acababa de cambiar de sede, abandonando el palacete que ocupaba en el centro, en el barrio de Agha, junto a la antigua sede del Frente Islámico de Salvación (FIS), por considerarlo excesivamente peligroso.[El FIS publicó ayer una nota en la que 1amenta amargamente" el comunicado sobre Argelia hecho público el domingo en Nápoles por los líderes de los siete países más industrializados. No sólo, señala, el comunicado "rechaza abordar el fondo de la cuestión -la violencia desarrollada por el poder militar-, sino que halaga al poder militar argelino alentando su política económica que favorece a las multinacionales en detrimento del pueblo argelino"].
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