El fiscal rebaja de 33 a 18 años la inhabilitación pedida para Hormaechea

Juan Hormaecha, presidente del Gobierno autónomo de Cantabria, rechazó ayer asumir su propia defensa tras negarle el tribunal que lo juzga su petición para sustituir a su abogado, Mateo José Rodríguez, por otro letrado, lo que hubiera supuesto la anulación de todo el proceso. El fiscal, Lucio Valcarce, pidió para Hormaechea 18 años de inhabilitación especial por los delitos de prevaricación y malversación. En sus conclusiones provisionales solicitaba 33 años de inhabilitación.La petición inicial de 33 años quedó sensiblemente rebajada al considerar el fiscal el carácter continuado del delito de prevaricación, en vez de cuatro delitos distintos.

El fiscal solicita también 18 años de inhabilitación para el exconsejero de Economía, David Puebla; 17 años para el ex vicepresidente Roberto Bedoya y José Parra, ex consejero de Obras Públicas; 15 años pide para los ex consejeros Alberto Rodríguez, Rogelio Pérez Bustamante y Gonzalo Piñeiro, y ocho en el caso de Vicente de la Hera. Para Dionisio García Cortázar actual consejero de Cultura, y el ex titular de Sanidad Ricardo Conde, pide seis años y un día de inhabilitación.

La fiscalía ha dispuesto asimismo deducir testimonio del interrogatorio realizado por Hormaechea durante el juicio oral de la jefa de contratación y compras de la Diputación, María Begoña Divar, para averiguar si los hechos cometidos por el presidente pudieran constituir infracción penal.

"Demencial"

Tras una suspensión de 15 minutos, la sala resolvió sobre la incidencia procesal planteada tras la renuncia de Hormaechea a su abogado defensor y su intención de designar un sustituto. Mateo José Rodríguez consideró "demencial" que Hormaechea asuma su defensa.Cuando el juez Movilla le interrogó sobre si estaba de acuerdo con que el procesado hubiese revocado su designación como defensor, Rodríguez Gómez respondió con plena convicción: "No lo estoy. El pasado día 8 me escribió una carta informándome de su decisión. En el estado en que se halla el juicio y por propia responsabilidad, considero que no debo acoger su voluntad porque podía entenderse que se intentaba la dilación del juicio". Hormaechea se ratificó sin titubeos en su decisión tras haber hecho una larga, profunda y meditada reflexión".

El letrado Rodríguez Gómez no tuvo entonces más remedio que abandonar la sala, no sin antes confesar a los jueces que hubiera sido preferible no haberse hecho cargo de su defensa.

Cuando el juez Movilla indicó a Hormaechea que le había llegado su turno para presentar las conclusiones definitivas como defensor de sí mismo, el procesado respondió que sólo tenía "una serie de borradores. Si usted no me da un plazo no podré intervenir porque carezco de conclusiones definitivas", agregó. "Necesito algún tiempo para que esta masa de documentos que tengo en mi poder pueda ser articulada". "Ya ha tenido usted 10 días para hacerlo. Las conclusiones se presentan como la ley prevé", fue la respuesta inmediata de Movilla.

Tras la advertencia al juez de que así no podría defenderse, Hormaechea solicitó permiso de la sala para abandonar el estrado de las defensas y sentarse en el banquillo de los acusados, pero Movilla se lo impidió recordándole que en el juicio había intervenido sobradamente auxiliándose a sí mismo y así debía seguir. "Usted debe asumir su defensa".

Durante el resto de la tarde, con la toga puesta junto al sitio vacío tras el abandono de su letrado defensor, Hormaechea asistió mudo a las intervenciones del fiscal y de las acusaciones que se prolongaron durante toda la tarde.