Polanco y Cebrián demandan a Pablo Sebastián por insultos e injurias

Jesús de Polanco y Juan Luis Cebrián, presidente y consejero delegado del Grupo PRISA, resectivamente, presentaron ayer una demanda civil contra Pablo Sebastián por intromisión ilegítima en el honor de aquéllos. Un portavoz de PRISA explicó que la acción judicial responde a los "insultos, descalificaciones, acusaciones, injurias y falsedades" incluidos por el demandado en artículos publicados por los diarios Abc y El Mundo, con su nombre propio o con el seudónimo de Aurora Pavón.

La causa última de la demanda es un artículo de Sebastián publicado en El Mundo. con su seudónimo habitual, el pasado 26 de junio, titulado Aznar y Anguita no quieren la libertad de expresión. El firmante sugería que Polanco podría haber pagado parte del precio de compra de Antena 3 Radio -concretamente 1.300 millones de pesetas- con dinero negro, lo que, de ser cierto, constituiría delito."Esperemos que el demandado pruebe esa aplicación de dinero negro y nos traiga a los autos a los testigos de la información a los que cita", dice el texto de la demanda.

Asimismo, los demandantes reputan de falso y de ataque al honor otro artículo publicado el 27 de febrero, en que se afirmaba que "PRISA, a cambio de corruptas ventajas, se convirtió en valedor y cinturón cultural" del "régimen de Felipe González". En el mismo texto se hacía al presidente y al consejero delegado de uno de los grupos informativos más importantes de España la más grave imputación que se le pueda hacer en un Estado democrático: el atentar contra la libertad de expresión, al escribir que PRISA ofrecía servicios "ocultando la corrupción, los GAL, la impostura democrática y de progreso del PSOE, la manipulación electoral, etcétera". En el mismo texto se describía al grupo PRISA como "guardián del felipismo y de los intereses privados y privilegiados de ese clan editorial y financiero del entorno de La Moncloa. De los que amenazan la libertad de expresión para perpetuarse, con el PSOE o con el PP, a la sombra del poder".

Otros artículos anteriores revelan un ánimo específico y reiterado de difamar, al referirse a una situación económica catastrófica del grupo PRISA, aseveración que contrasta de manera llamativa con los resultados reales de explotación.

La demanda menciona, entre otros fundamentos de derecho, que tanto Polanco como Cebrián son personas públicas y que éstas "también tienen honor, intimidad personal y familiar". Y argumenta que la Constitución no excluye a las personas públicas de la titularidad de tales derechos, como tampoco la ley ni la jurisprudencia. "No los excluyen porque no pueden hacerlo", ya que son derechos inherentes a la persona, cualquiera que sea su posición social.

Los demandantes piden que se condene a Sebastián por intromisión ilegítima en el honor de Polanco y de Cebrián, pero deja al criterio del juez fijar la, cuantía de la indemnización. Asimismo piden que la sentencia condenatoria sea publicada en los diarios Abc y El Mundo, entre otros.