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46 polideportivos recibieron 400.000 visitas diarias el año pasado, pese a la subida de precios

Los aficionados dejan el squash, se enganchan al paddle y siguen locos por el fútbol

José Manuel Romero

Las tarifas deportivas, que subieron en 1993 hasta un 150% en algún caso, no alejaron a los madrileños de los centros municipales. Los 46 polideportivos del Ayuntamiento registraron 15.448.788 asistencias (639.000 más que en 1992). Los deportistas se dejaron 2.378 millones de pesetas en taquilla, según recoge la memoria del Instituto Municipal de Deportes (IMD). Pero el Ayuntamiento gastó 6.820 millones para mantener en forma sus instalaciones. Las lluvias y las tarifas afearon el balance final. El fútbol mantuvo su hegemonía, mientras disminuyó el interés por el squash.

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La subida de tarifas, justificada por "la necesaria actualización de precios", ocasionó un fuerte impacto en la temporada municipal, según reconoce el Gobierno local en la memoria del IMD. En algunos casos, la minuta deportiva creció un 100% (abonos anuales de adultos a deportes colectivos o individuales); en otros, sólo se duplicaron los precios (cursos de natación); y en la mayoría de servicios se superó el 30% de aumento (entrada infantil a piscinas, por ejemplo).Pese a ello, las asistencias crecieron un 3%. Consecuencia: las taquillas recaudaron 500 millones de pesetas más que en 1992. La noticia desesperó al edil socialista Ramón Herrero: "La subida es un paso más en la línea de la política antisocial promovida por la derecha, y sobre todo, un escalón previo a la privatización de las instalaciones municipales".

El año pasado, el Ayuntamiento cedió la gestión de cuatro de sus instalaciones a las federaciones de tenis y kárate.

Herrero, cuestionó también la validez de las cifras de asistencias ofrecidas por el IMD. "Son muchas menos, este año han sumado 800.000 personas que tan sólo fueron espectadores. No sólo manipulan sino que han dejado que los centros se pudran reduciendo el presupuesto de mantenimiento y tampoco apoyan al deporte de base", afirma.

Las distintas escuelas infantiles atendieron a más de 400.000 promesas durante 1993. Las clases de fútbol registraron 165.000 alumnos, dominando en las preferencias de los madrileños por encima del baloncesto (68.000) y el fútbol sala (50.400). El squash, deporte que se puso de moda hace algunos años, experimentó una leve caída en el número de aficionados. Éstos se han trasladado ahora al paddle, según afirma Guillermo Jiménez, gerente del IMI). "Tenemos pocas instalaciones de squash que no hará falta ampliar. Sin embargo, seguimos teniendo más tenistas que pistas. Necesitamos nuevas canchas",reconoce Jiménez.

Pese a contar con más instalaciones en 1993, el Ayuntamiento mantuvo congelada la plantilla del IMD: 2.108 trabajadores se ocuparon de los 46 equipamientos deportivos. No sólo se registró ahorro en nóminas sino también en gastos corrientes (luz, agua, teléfono y gas). "Con esos 1.000 millones que hemos rebajado en los dos últimos años, nos hemos acercado a un objetivo: conseguir que las arcas municipales sólo tengan que financiar el 50% del presupuesto del instituto". afirma Jiménez. El Ayuntamiento de Madrid financió en 1993 el 60% del presupuesto de gastos del IMI).

Otros aspectos más destacables de la radiografía deportiva de Madrid elaborada por el Instituto Municipal de Deportes son:

Reconocimientos médicos. Los deportistas madrileños no se preocupan de su salud. El tradicional alejamiento de los botiquines cedió el año pasado. Los reconocimientos médicos subieron un 47,54% respecto a 1992. Sin embargo, la ocupación en los servicios médicos en las 46 instalaciones fue tan sólo del 3,3%.

Consumo. El municipio pagó 456 millones en recibos de luz, agua, teléfono y gas de sus 46 instalaciones deportivas. Los centros más caros fueron: Aluche -35 millones al año, de los que 15 se escapan en agua-, Barrio del Pilar -31, 14- y Palomeras -26,7-. Las mejores recaudaciones se consiguieron en Chamartín (190 millones), Aluche (170) y Barrio del Pilar (153).

Actos vandálicos. Los polideportivos sufrieron 32 actos vandálicos y cuatro incendios. Las pérdidas no fueron significativas pero sí sorprendentes. El 5 de julio del año pasado, el centro de Santa, Ana se quedó sin bandera por culpa de unos intrusos. Ocho días después, unos vándalos entraron en el polideportivo de la Casa de Campo y robaron algunos secadores de pelo. El 20 de agosto, el polideportivo de Plata y Castañar denunció la desaparición de un interfono. El Ayuntamiento gastó 75.125 pesetas en indemnizar a seis usuarios que perdieron sus pertenencias mientras se dejaban la piel en las instalaciones municipales de San Blas, Triángulo de Oró, La Mina, Casa de Campo, estanque del Retiro y Dehesa de la Villa.

Adultos. La gimnasia de mantenimiento (165.200 usos) y la natación (72.320) fueron la especialidad de los mayores. Durante 1993, según el IMD, subió la demanda para hacer aerobic, badminton, gimnasia, judo, kárate, yoga y tenis. Bajó, sin embargo, el interés de estos usuarios por el baloncesto, la natación y el patinaje.

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