_
_
_
_

González dejó claro a Aznar que su intención es seguir gobernando y agotar la legislatura

Aznar y González libraron el jueves su último gran pulso poselectoral antes de las vacaciones de verano. Con todas las cartas sobre la mesa, el presidente del Gobierno confirmó su juego. No tiene la menor intención de adelantar las elecciones generales y está decidido a seguir al frente del Ejecutivo, al menos hasta 1996. Frente a esta actitud, el líder de los populares le reprochó que se equivoca si intenta continuar como si el 12 de junio no hubiera perdido en las urnas.González no dio opción a su interlocutor para pactar un calendario electoral. El jefe del Gobierno mantuvo la tesis de que las elecciones generales tienen poco que ver con las europeas y defendió las atribuciones que le otorga la Constitución para decidir sólo él si se agota o no la legislatura. Aznar abandonó La Moncloa contrariado. "Ni siquiera aceptó los servicios de megafonía que le ofrecimos. 'Eso lo ponemos nos otros', nos dijo. Es como si invitas a. alguien a cenar y se trae una silla plegable", comentó un portavoz de la Presidencia de Gobierno resumiendo el desenlace de la entrevista.

El presidente del Gobierno dedicó la mayor parte de las casi dos horas de la reunión, a informar a Aznar sobre los principales problemas políticos: la sucesión de Jacques Delors al frente de la Comisión Europea, la salida de la crisis económica y la convergencia con Europa, las líneas generales de los presupuestos de.1995 y el. desarrollo autonómico. Hubo coincidencia de criterios en la forma de afrontar la política europea y en la necesidad de impulsar los estatutos de autonomía de vía lenta.

"Nada nuevo, no se mueve"

Pero, tal como informó ayer Aznar a algunos dirigentes del PP, de la reunión no salió acuerdo alguno, ni siquiera la impresión de que el Ejecutivo va a modificar sus relaciones con el principal partido de la oposición. Aznar reunió a primera hora de la mañana al secretario eneral del PP, Francisco Alvarez Cascos; al vicesecretario general, Mariano Rajoy, y a los portavoces en el Congreso y el Senado, Rodrigo Rato y Alberto Ruiz Gallardón, respectivamente.

"Nada nuevo, que [González] no se mueve y que va a seguir como si no hubiera pasado nada", vino a decir Aznar a sus más inmediatos colaboradores. Tampoco hubo sorpresa en la cúpula del partido. La situación era para los populares "perfectamente previsible" y por eso, al salir de La Moncloa, su líder insistió una y otra vez en declararse desconcertado y desconocedor del objetivo de la entrevista, "si es que había alguno".

Con la impresión confirmada de que González -arropado por Pujol y CiU, y con la expectativa de presidir la UE durante el segundo semestre del 95- "intenta seguir como si no pasara nada", el resto de la conversación se redujo a un puro trámite. Aznar le garantizó la continuidad de su actitud de consenso en "asuntos de Estado" como la política exterior o la lucha contra el terrorismo y le advirtió que espera lo mismo de los socialistas cuando el PP gobierne.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue ayer menos negativo en cuanto al resultado de la conversación. A su juicio, el gran objetivo de la entrevista era conseguir un clima de distensión en las relaciones con el PP, y, bajo su punto de vista, ése ha sido precisamente el principal fruto de la cumbre. El desbloqueo de los nombramientos en los órganos constitucionales -especialmente para el Consejo General del Poder Judicial- será la primera prueba de fuego, pero la solución se retrasará al menos hasta septiembre.

En cuanto a las relaciones con los partidos nacionalistas, las posturas siguen igual. González advirtió a Aznar sobre los riesgos de crear tensiones territoriales y Aznar contestó que hay otros riesgos cuando se buscan apoyos para seguir en el Gobierno "a cualquier precio".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_