Leguina llena la región de polideportivos que los municipios no pueden mantener

Los presupuestos municipales no tapan las grietas que se abren en sus polideportivos. Casi todos los Ayuntamientos de la región cuentan ya con al menos una instalación deportiva, pero la mayoría se muestra incapaz de mantenerlas en perfectas condiciones. La Comunidad de Madrid, que ha invertido en los últimos 10 años cerca de 20.000 millones en la creación de nuevos complejos, no destina ni una sola peseta a su mantenimiento. "Como estamos llegando a una saturación en el número de polideportivos, a lo mejor en el próximo plan cuatrienal (1995-1999) habría que destinar fondos a mantenerlos" reconoce el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Jaime Lissavetzky.

La mayoría de los 179 alcaldes de la región exige ayudas para arreglar los 861 polideportivos que se reparten por sus términos municipales: una media de cuatro instalaciones por pueblo. Además de las inversiones del Gobierno que preside Joaquín Leguina, las administraciones central y local han invertido en los últimos años otros 20.000 millones para hacer posible tan alto número de instalaciones. Sin embargo, olvidaron destinar fondos para su mantenimiento. El presupuesto que los municipios dedican al deporte no llega para afrontar reformas, tapar grietas y pagar al personal y el material.Cobeña (1.300 habitantes) inauguró el miércoles, bajo los auspicios del Gobierno regional, un impresionante polideportivo de 200 millones que el municipio difícilmente podrá sostener. En este caso, el Consistorio permutó con Jotsa 20.000 metros cuadrados de suelo municipal a cambio de que esa empresa construyera las instalaciones. El alcalde de la localidad, Ramón Puertas, del PSOE, asegura que necesita siete millones para mantenerlas y que el presupuesto local para deporte es de cinco millones.

En Boadilla del Monte (17.414 habitantes), Ia Comunidad construyó en 1990 un polideportivo con la calefacción situada en el techo. En invierno, la temperatura de la pista no supera los seis grados", critica el alcalde, Arturo González Panero, del PP. "Cambiar este sistema de calefacción nos costaría más de 25 millones, y no podemos gastar ese dinero".

El alcalde de Somosierra (108 habitantes), Jacinto Cerezo, del PP, explica: "Las heladas nos reventaron el piso del frontón. Ya no podemos jugar en él porque carecemos de fondos para repararlo y la Comunidad no nos ayuda. No podemos gastarnos varios millones en arreglarlo", cuenta.

El polideportivo de Santorcaz (540 habitantes) tiene grietas por exceso de uso, justifica su alcalde, Juan Manuel Castro, del PSOE. "Las instalaciones son utilizadas los días laborables por los niños del colegio y los fines de semana por los vecinos", comenta. La pista fue construida en 1986 y tampoco hay dinero para reparaciones.

Bonifacio de Santiago, responsable de política municipal del PP en la Comunidad, sostiene: "Se hace indispensable una ley de financiación de equipamientos municipales. La Comunidad tendría que revisar todos los polideportivos de la región y estudiar las necesidades. El problema es que muchos pueblos tienen infraestructuras que luego no pueden mantener. A lo mejor es preferible ayudar a conservar una piscina que construir una nueva".

Por su parte, el consejero de Educación, Jaime Lissavetzky, añade: "Puede que estemos llegando a una saturación en instalaciones deportivas. Quizá en el próximo plan cuatrienal se apliquen nuevos criterios para el mantenimiento de los polideportivos". El consejero recuerda, en relación con las deficiencias de construcción de algunas instalaciones, que son, los propios ayuntamientos los que hacen las adjudicaciones de obra. "Habría que preguntarles a ellos sobre esas obras".

El director general de Deporte de la Comunidad, Alfonso Arroyo, da la siguiente explicación: "Cuando se diseñan los planes cuatrienales de inversiones, cada Ayuntamiento es preguntado sobre sus necesidades. Se valoran y se conceden las inversiones que se consideran necesarias. Los municipios son los encargados de ejecutar las obras, no la Comunidad".

Para Alfonso Arroyo, "los ayuntamientos deben hacerse responsables de las instalaciones, y a veces se niegan a cubrir las necesidades mínimas".