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Aznar insiste desde Euskadi en que González debe abandonar "de inmediato" La Moncloa

Felipe González es un mendigo, su Gobierno es débil y no tiene más proyecto político que "satisfacer una ambición personal" alejada del interés general de España. Así de rotundo se expresó ayer en Vitoria el presidente del Partido Popular, José María Aznar, en el acto de proclamación de Jaime Mayor Oreja como candidato a lehendakari en las próximas elecciones autonómicas que se celebrarán en octubre. El líder de los populares apeló a la respon sabilidad de González para que abandone "de inmediato" La Moncloa y no defraude a los millones de votantes que en las eleccionens del pasado 12 de junio respaldaron un nuevo proyecto de "recuperación y regeneración" para España.

Mayor Oreja aseguró a los vascos que PNV y PSE-EE se han quedado "huérfanos de proyecto político" y defendió la necesidad de "pasar página" en la historia de la autonomía vasca.José María Aznar arropó con su presencia en Vitoria al candidato del PP a lehendakari, Jaime Mayor Oreja, y aseguró a todos los vascos que está dispuesto a apoyarle para que "vaya a por todas" en las autonómicas y para "pasar página" en la política vasca, presentando un tercer proyecto incardinado en la España emergente.

Ambos líderes coincidieron en destacar que los dos proyectos anteriores -el de la normalización y el desarrollo estatutario- están ya en marcha gracias al Pacto de Ajuria Enea y al Estatuto de Gernika, respectivamente. Ahora se impone en Euskadi, según los populares, un proyecto "centrado en los problemas reales" y alejado de los debates falsos y abstractos proclamados a los cuatro vientos por el nacionalismo.

Los populares vascos entienden la autonomía y lo vasco no como un instrumento para incomodar a Madrid, ni como una herramienta para "separar, restar y diferenciar a unos vascos de otros". Mayor Oreja abogó porque los vascos se entiendan entre sí para así poder entenderse mejor con el resto de los españoles.

Al hilo de estas reflexiones, Aznar manifestó que él no tiene "ninguna reserva al desarrollo constitucional y estatutario", y reiteró que "al desarrollo constitucional y estatutario, pero no a ninguna otra historia", en alusión a las proclamas autodeterministas que se suelen escuchar procedentes del nacionalismo radical, habitualmente, y él conservador, más ocasionalmente.

El presidente del PP defendió una "identidad propia" para el País Vasco con una "dinámica propia de desarrollo", pero dentro de un marco global. Y aprovechó ese momento de su intervención para criticar al Gobierno por despachar una política en materia policial sin modelo general para el Estado" y que "trocea" las Fuerzas de Seguridad para repartirlas "a un lado y a otro", en alusión al caso catalán. Aznar puso de ejemplo a la Ertzaintza (policía vasca) como modelo policial eficaz que está rindiendo "frutos aceptables".

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Los populares eligieron para la proclamación de Mayor Oreja como candidato Vitoria y Álava, capital y provincia en las que han sido la fuerza más votada en las europeas.

Aznar se bajó del coche sobre las 11.25 de la mañana. El sol castigaba ya a esa hora en el centro de Vitoria y el presidente del PP apareció en mangas de camisa y sin corbata. Los populares vascos había hablado de un acto sencillo, sin las grandes florituras propias del marketing electoral. El líder llegaba preparado para eso.

De punta en blanco

Pero el presidente del partido se encontró a la plana mayor del PP vasco encorbatada, de punta en blanco, trajeada y bien maquillada. Las mujeres lucían modelos de las marcas más variadas y los hombres se habían arreglado a la perfección la barba o cuidado el afeitado como en los mejores anuncios publicitarios.Marcelino Oreja, Jaime Valdivienso, Leopoldo Barreda, hasta el jovencísimo Carlos Iturgaiz, secretario general del PP en Euskadi, estaban inmaculados. A Aznar no le importó lo más mínimo.

Subió con aplomo al escenario tras Jaime Mayor Oreja, todavía tuvo tiempo de recogerse un poco su camisa amarilla clara a rayas y pido una vez más la salida de la presidencia del Gobierno de Felipe González. "Allá el señor González con su responsabilidad, no es la nuestra", precisó. Y hasta los bebés parecían entender al líder del primer partido de la oposición, vista la reacción plañidera de uno de ellos.

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