La Xunta niega que las recomendaciones influyeran en las oposiciones de 1992

La Xunta de Galicia admitió ayer que en las oposiciones de 1992 se recibieron muchas cartas de recomendación de altos cargos y alcaldes, pero aseguró que en ningún caso sirvieron para asignar puestos de trabajo.En las oposiciones participaron 27.600 personas para cubrir 3.000 plazas en la administración gallega. El Mundo publicó ayer varias cartas de altos cargos afiliados al Partido Popular con peticiones de trato de favor para determinados opositores. Según el citado rotativo, de los recomendados aprobó el 40%, frente a un 6,3% de aprobados sobre el número total de opositores.

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, reconoció la existencia masiva de recomendaciones, algo que calificó de "costumbre muy frecuente" en España y mucho más en Galicia, pero dijo que no se les prestó atención y no influyeron en ningún momento en la adjudicación de plazas. Como prueba, el presidente de la Xunta alegó el que no se produjera ni una reclamación contra el resultado. El gran número de opositores motivó que las pruebas de 1992" se realizasen en un polideportivo.

Corrección informática

Según un comunicado de la Xunta de Galicia, las oposiciones de 1992 se celebraron bajo control sindical y la corrección de los ejercicios se realizó de forma ciega, sin identificar al autor de cada examen, mediante un sistema informático.El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Rodrigo Rato, declaró que el Partido Popular tiene conocimiento de la existencia de recomendaciones en Galicia, pero falta comprobar si tuvieron influencia en la adjudicación de las plazas o "fueron meras expresiones formales de compromiso".

Rato se refirió también a la dimisión del presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Sanz, como ejemplo de que su partido "asume el principio de responsabilidad política y exige que se ejerza".