UN EXAMEN PARA EL FUTURO

Es un manojo de nervios. Clara Sanz pasó el día de ayer atacada. La incertidumbre ante la selectividad pesaba sobre esta jovencita, de 19 años. Las dudas le rondaban la cabeza. "No sé qué va a caer y pienso que no sé nada. Es horrible".La mañana la dedicó a dar un repaso general; por la tarde, una partida de Trivial con unas amigas, pasear a su perro Gipsy; sobre las nueve, una cena ligera y a "intentar conciliar el sueño".

Hoy tendrá que pegarse el madrugón porque todavía no conoce la ubicación de la Escuela de Trabajo Social en Somosaguas, donde se examina. Pero Clara no se siente un bicho raro. Tras telefonear a varios compañeros de COU del instituto Pozuelo III se queda más tranquila. "Mis amigos están igual de nerviosos que yo. Es un alivio", dice.

Clara ha elegido la opción de ciencias sociales y cree que el primer examen, el de matemáticas, será uno de los más fáciles. Con gran sentido común, adelanta la pregunta que pueden hacerle en la prueba de historia: "Como acaba de ser el 50º aniversario del desembarco de Normandía, seguro que cae la II Guerra Mundial".

La tarde de hoy la dedicará a responder las preguntas de literatura -"espero que me caiga Antonio Machado"- y de arte. A pesar del nerviosismo, Clara va a por todas. "Intentaré contestar a todas las preguntas y si dudo algo me enrollaré", dice. También piensa que es más fácil aprobar la opción de letras que la de ciencias: "Te puedes enrollar más".

Ayer perdió la tranquilidad de días anteriores. Veinticuatro horas antes de su primer examen de selectividad, que se celebra hoy a las 9.30 en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, José Luis Madrid empezó a ponerse nervioso. "Es normal, porque son exámenes un poco más fuertes que los que he hecho hasta ahora y esto te influye", justifica. Opina que son los alumnos de ciencias quienes mejores notas obtienen. Este chico de ciencias pasó la mañana del domingo repasando problemas de matemáticas y fórmulas de química y física de anteriores selectividades. Madrid iba al examen avalado por la media obtenida en BUP, un 9, y en COU, 8,6 puntos. Muy optimista, cree que los ejercicios de la opción que ha elegido, científico-técnica, serán fáciles de aprobar. "Supongo que caerán problemas nada rebuscados, pondrán fórmulas pequeñas y sencillas", asegura José Luis. En el primer examen, el de matemáticas, confía obtener, por lo menos, un siete de nota. En hora y media tendrá que resolver la prueba. Sabe que los nervios pueden volverse en su contra y afectar la nota. Este examen va a ser un impacto fuerte. Es fácil sacar un 10, pero siempre se suele sacar menos puntuación". Tras media hora de descanso, José Luis se enfrentará durante otros 90 minutos al ejercicio de física, en el que espera sacar un seis de nota. Por la tarde podrá repartir a su gusto los 180 minutos de que dispone para resolver la química y cinco dibujos. Llevará dos calculadoras: "por si me falla una".