Rectificación de Virgilio Cano

El pasado día 19, domingo, EL PAÍS publicó en el suplemento de Madrid una información que me afecta directamente y que no se ajusta a la realidad, por lo que apelo a su responsabilidad para reparar el daño causado.Dicha información aparecía en portada del cuadernillo con el siguiente titular a cuatro columnas: Virgilio Cano adjudicó 166 millones a la empresa del marido de su ex secretaria, información que se amplía en la página 3 de forma extensa. El redactor recoge la denuncia del Partido Popular sobre su puestas corruptelas en la Consejería de Cooperación, de la que soy máximo responsable, y cita la adjudicación de "15 contratos, por valor de 278 millones a una empresa de comunicación -Maketa- propiedad del marido de su ex secretaria Carmen Pérez".

La falsedad sobre la que se ha fabricado el llamativo titular y el ataque gratuito hacia mi persona está en que dicha empresa no es ni ha sido nunca del marido de mi ex secretaria, como ya creo que se encargó de demostrarle el verdadero propietario de Maketa, Alfredo de Juan, junto con su familia.

El gravísimo error del redactor, con el que ha arrastrado a todo el periódico, ha sido dar el marchamo de información a una filtración que no era sino pura intoxicación. Creo que le han colado un gol por toda la escuadra, cuando podía haberlo parado muy fácil mente con sólo haber cumplido una de las normas básicas contenidas en el ya famoso manual de estilo del propio periódico, cual es la de contrastar la información.

Algo tan sencillo como hacer una simple llamada a la empresa o realizar una consulta en el Registro Mercantil habría sido suficiente para dejar las cosas en su sitio. Claro que en tal caso se le habría arruinado el titular tan apetitoso que le habían servido en bandeja, reservando la falsa noticia, además, para la edición del domingo, día de máxima difusión del periódico, aun teniéndola ya el viernes.

Llevo muchos años en la política y entiendo perfectamente el papel que en democracia desempeña la prensa, por lo que acepto y asumo plenamente la crítica y el control que debe hacer a toda gestión de gobierno en las instituciones públicas.

Pero una cosa es la crítica y el control y otra bien diferente el ataque gratuito e irresponsable que se realiza. deliberada o inconscientemente, con resultado muy dañino para personas, empresas o las propias instituciones. Y también es desalentador el comprobar que, aun cuando la evidencia demuestra lo contrario, no se quiera enmendar el error y se pretenda transformar una rectificación en una afirmación de las propias tesis de quien ha errado.

Se me podrá decir que el periódico rectificó con la nota que publicó el martes 21, pero lo cierto es que el titular El marido de la ex secretaria de Cano trabajó en Maketa como empleado, llevado hasta la página 5 y a un a sola columna, tiene una doble lectura. Para unos puede interpretarse como una rectificación indirecta, pero lo real es que insiste en que Cano favoreció al marido de su ex secretaria.

Con esta carta de queja no pretendo otra cosa que desahogarme y poner de manifiesto mi contrariedad por el trato que he recibido de ese periódico en este caso, repito que de forma gratuita. Espero, que tenga a bien publicarla en la edición del domingo, en correspondencia con el daño que se me ha ocasionado, y le reitero mi disposición y la de la Consejería para aclarar cualquier dato que sea del interés de su periódico y de sus lectores.

Un cordial saludo.

Consejero de Cooperación.