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Los bielorrusos eligen presidente entre 6 candidatos prorrusos y 2 prooccidentales

ENVIADO ESPECIALLas primeras elecciones presidenciales en Bielorrusia, en las que se enfrentan seis candidatos -cuatro prorrusos y dos prooccidentales-, transcumeron ayer en un ambiente de tranquilidad, a pesar de los numerosos escándalos que acompañaron los últimos días de la campaña. El favorito es el actual primer ministro, Víacheslav Kébich, que ha utilizado todos los recursos que le da su cargo para ganarse la simpatía de los votantes. Kébich hizo un viaje relámpago a Viena el lunes, en un abierto intento de demostrar que no sólo tiene el apoyo de su vecino oriental, sino también el de algunos países occidentales.

El miércoles, último día antes de las elecciones en el que apa recieron los periódicos -ayer, por ser festivo, no hubo diarios-, las primeras páginas de la prensa gubernamentál -es decir, de la aplastante mayoría- estaban ocupadas por un mismo artículo, titulado "Viacheslav Kébich comprende bien la economía y la política", dyo el canciller austríaco Vranitzki, en el que, además, se informa ba de que el primer ministro bielorruso había logrado 100 millones de dólares en créditos. Anteayer, Kébich voló a Moscú, donde fue recibido tanto por su colega Víktor Cherno mirdín como por el presidente Borís Yeltsin.El mensaje está claro: "Rusia me apoya, y sólo yo puedo sacar al país de la crisis en que se encuentra". Y para que nadie lo dudara, ayer, en el Instituto de Lenguas Extranjeras, adonde Kébich fue a votar, dijo a pie de urna que Yeltsin le había prometido eliminar del acuerdo de la unión monetaria que han firmado Moscú y Minsk el artículo por el que el Banco Nacional de Bielorrusia prácticamente dejaba de existir.

El factor sorpresa

A pesar de que la aplastante mayoría de los observadores no duda de que Kébich será el vencedor -incluso hay algunos optimistas que piensan que puede obtener la presidencia ya en la primera vuelta-, algunos no excluyen qqe pueda haber una sorpresa. Estos argumentan que el artículo difamatorio contra Stanislav Shuskévich -ex jefe del Parlamento y uno de los dos candidatos prooccidentales- publicado por los diarios bielorrusos después de que el Gobierno se lo enviara como una traducción de un periódico holandés, puede tener un efecto contrario y permitir a este político pasar a la segunda ronda. Todo fue una falsificación.El más serio adversario de Kébich, sin embargo, es, según los analistas locales, Alexandr Lukashenko, paladín de la lucha contra la corrupción. En su última intervención televisiva, Lukashenko advirtió que las tropas del Ministerio del Interior están en alerta para "intervenir contra el pueblo" si Kébich no gana. El ministerio dijo que eran infundios, y los órganos de seguridad aseguraron que el atentado del que presuntamente fue víctima Lukashenko el fin de semana pasado fue un invento.

El nacionalista Zianón Pazniak posiblemente obtendrá un considerable número de votos en las provincias limítrofes con Lituania y Polonia, pero sólo allí.

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