Francia intervendrá en Ruanda a partir de hoy

La intervención militar de Francia en Ruanda, bautizada con el nombre de Operación Turquesa, destinada a salvar a la población amenazada por tropas gubernamentales,"puede comenzar el jueves [por hoy], desde el momento mismo en que tengamos la luz verde de la ONU% declaró ayer el ministro francés de Defensa, François Léotard. La operación movilizará a 2.500 soldados, 1.000 de los cuales proceden de Francia mientras los restantes están en Gabón y Yibuti. "El despliegue ha comenzado", dijo Leótard al tiempo que desmintió que sus soldados hubiesen penetrado ya en territorio ruandés.

"Nuestro objetivo es socorrer a los niños, huérfanos y religiosos rodeados, cuya vida corre peligro. Hemos dado instrucciones a nuestros soldados para que eviten. cualquier enfrentamiento con tropas del Frente Patriótico Ruandés [FPR, de mayoría tutsi]. Vamos para proteger a poblaciones amenazadas, no para desarrollar operaciones de guerra", declaró Léotard.[Unos 120 niños ruandeses que debían ser evacuados en un avión canadiense se hallan desaparecidos, según informaron ayer los servicios de inmigración de Quebec. Los niños se habían refugiado en un orfelinato cerca de Kigali, pero su evacuación tuvo que cancelarse debido a la intensificación de los combates. La capital ruandesa vivió en la mañana de ayer un auténtico diluvio de proyectiles cuando se procedía a la retirada de 42 observadores militares de la ONU senegaleses, congoleses y togoleses amenazados, de hecho, por eventuales represalias del FPR ante la iniciativa francesa en Ruandal.

La posición de París respecto a Ruanda es cada vez más matizada. Mientras fuentes diplomáticas y militares subrayaban que la Operación Turquesa comenzará hoy con una acción destinada a salvar poblaciones tutsis amenazadas de la zona de Cyangugu, próxima a la frontera con Burundi y a la vera del lago Kivu, el primer ministro, Édouard Balladur, repitió ante la Asamblea Nacional: "No haremos riada sin el apoyo de otros países". Sólo Senegal, que aporta una unidad, ha ido más allá del apoyo moral o logístico y los militares franceses desplegados en Zaire. puede que se ocupen tan sólo de organizar y hacer posible la ayuda humanitaria.

Alain Juppé, ministro francés de Exteriores, recibió en París al dirigente del FPR, Jacques Bihozagara. Juppé admitió, al final de la entrevista que Bihozagara no había dado su visto bueno a la operación a pesar de las explicaciones que le había proporcionado, aunque indicó que el dirigente ruandés calificó de "loable" la iniciativa francesa.

Preparar la salida

Respecto a anteriores versiones gubernamentales, la de Balladur ayer ante la Asamblea Nacional fijó un límite en el tiempo para la presencia francesa: finales del mes de julio. El primer ministro está tan preocupado por organizar la expedición militar-humanitaria como por garantizar su retirada. El ejemplo americano en Somalia fue ayer evocado varias veces por diferentes diputados. Dentro de la mayoría no faltan voces contrarias a la expedición francesa y varios diputados se preguntan "por qué se retiraron el mes de abril 2.500 soldados y ahora, una vez consumada la matanza y cuando el FPR está a punto de imponerse en todo el territorio, enviamos los mismos 2.500. Nos arriesgamos a ser recibidos como liberadores de verdugos".

Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, aseguró ayer que España iba a apoyar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autoriza el envío de una fuerza multinacional a Ruanda, pero "no va a poner sobre el terreno fuerzas del Ejército". "Sí vamos a dar apoyo logístico [aviones, material, pertrechos, repuestos ... ] a toda la operación, que, básicamente, va a estar dirigida por los franceses", puntualizó Solana en unas declaraciones a Radio Nacional de España.