Insinuaciones repugnantes

Los abajo firmantes hemos sido colaboradores cercanos de Inocencio Arias en su etapa como secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica. Todos los que hemos trabajado con él hemos tenido innumerables ocasiones de comprobar su escrupuloso cuidado en la gestión de los fondos públicos y su aversión por todo manejo inadecuado -no digamos ilegal- del dinero del contribuyente. Es más, cualquiera que le haya conocido sabe bien que éste ha sido siempre su mayor orgullo como funcionario.Por estos motivos nos parecen especialmente repugnantes las insinuaciones que estos últimos días han pretendido poner en duda la honestidad de Inocencio Arias. Desgraciadamente, lo que hubiera parecido ridículo hace unos meses no lo es hoy, rodeados como estamos de una atmósfera de sospecha que no se para ante nadie que haya ocupado un cargo público, por más que su reputación sea intachable, como es el caso de Inocencio Arias.-