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Renfe saca su patrimonio al mercado para obtener 3.250 millones con los que tapar 'agujeros'

Javier Casqueiro

Los responsables de Renfe se han mostrado muy interesados por el diseño urbanístico que tendrá Madrid en el futuro y han planteado alegaciones a la revisión del plan general. De paso han atisbado una inmejorable oportunidad de negocio con la que tapar agujeros. Los directivos de la compañía no se limitan sólo a impulsar la denominada Operación Chamartín -reordenando todo un barrio sobre las vías del tren de la estación-, sino que tienen ultimados otros tres grandes proyectos: un teatro para la Comunidad y viviendas compartidas con el Ayuntamiento en Príncipe Pío, oficinas para alquilar junto a Atocha y un complejo comercial y cultural en Delicias, junto al Leguidú.

"La Operación Chamartín no es la única que nos interesa en Madrid", afirma Joan Jubert director de patrimonio y urbanismo de Renfe. La compañía mantiene en la capital unos 15 solares o estaciones y pretende actuar sobre este patrimonio al menos en cuatro casos: Chamartín, Príncipe Pío, Delicias y Atocha. El éxito de estas actuaciones permitirá "tapar agujeros" y afrontar el mantenimiento de algunos servicios de Renfe muy caros y deficitarios. La revisión en marcha del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid ha ocasionado varias conversaciones, para perfilar estos proyectos, entre directivos de Renfe y del Ayuntamiento. Chamartín. Renfe ha firmado hace escasamente un mes con el grupo Argentaria el proyecto para reordenar los alrededores y las vías muertas de la estación de Chamartín. En total, unas 62 hectáreas. La adjudicación se realizó el pasado mes de octubre y los planos están ya acabados. Las discusiones se centran ya únicamente en el nivel de edificabilidad que se permitirá en la zona. Renfe necesita construir viviendas al menos sobre 800.000 metros cuadrados para sacar rendimiento de la operación. En caso contrario la desecharía. La oficina del plan debe aprobar el proyecto antes del verano para que sea ratificado antes de fin de año.

Príncipe Pío. La dirección de Renfe ha modificado el objetivo de servicio de esta estación catalogada y protegida, que ya no será de largo recorrido cuando se acaben las obras en marcha para su rehabilitación. La planta baja se dedicará a multiestación para los usuarios de los cercanías, el metro y los autobuses de la zona. El vestíbulo central, las dos torres aledañas y las dos plantas restantes de la estación se replantearán para otras funciones.

Renfe ha conversado con la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad. El viceconsejero Ramón Caravaca ya ha ideado la creación de un aula taller cultural y de un teatro para los torreones y el vestíbulo (4.000 metros cuadrados). Renfe cedería gratuitamente esas dependencias a cambio de que la Comunidad se comprometiese a alquilar por unos 80 millones anuales el resto de las plantas de la estación para oficinas (6.000 metros cuadrados).

La compañía ferroviaria necesita 2.000 millones para culminar la rehabilitación de esta estación. Ese dinero se obtendrá cuando se cierre con el Ayuntamiento de Madrid un convenio -ya, redactado- para edificar sobre las vías inutilizadas de largo recorrido (25.000 metros cuadrados) un pequeño barrio de viviendas. El Ayuntamiento se reserva en ese convenio el 50% de esos aprovechamientos, que se calculan en total en unos 40.000 metros cuadrados construibles. Este convenio estaba a la espera de que se celebrasen las pasadas elecciones europeas para tomar cuerpo.

Concurso de ideas para lavar la cara al museo ferroviario

., Madrid Renfe también tiene planes para sus solares e inmuebles situados junto a la antigua estación de Delicias y al lado de la futurista del AVE en Atocha.

Delicias. Junto al Museo Nacional Ferroviario, enmarcado ahora en la antigua estación de Delicias, Renfe dispone de dos solares sin uso, pero ya calificados para un determinado tipo de equipamiento comercial o cultural. Joan Jubert, director de Patrimonio y Urbanismo de Renfe, dice que necesita 1.000 millones para modernizar el museo -se ha pensado instalar allí en el futuro hasta un simulador de conducción de trenes- y rehabilitar así su edificio, actualmente muy desvencijado. La compañía quiere, en este caso, convocar un concurso para recibir ideas para estos 80.000 metros cuadrados disponibles -las fincas tienen una superficie de 60.000 metros cuadrados- y construir en ellos algo que se pudiese relacionar con el centro cultural polivalente que tiene pensado la Comunidad para la antigua fábrica de cervezas de El Aguila (Leguidú), precisamente en la manzana colindante.

Atocha. La compañía mantiene oficinas propias en cuatro edificios protegidos y catalogados en los primeros números de la avenida de la Ciudad de Barcelona, con vistas al AVE. Estos inmuebles están infrautilizados -despachos de hasta 35 metros cuadrados por persona-, y "podrían racionalizarse-", sacándoles mejor partido, hasta liberar dos -10.000 metros cuadrados- para ponerlos en el mercado de alquiler. Los clientes posibles, según Renfe, deberían ser "institucionales" para potenciar "el eje museístico de la zona": Prado, Reina Sofía, Thyssen. Ya se han mostrado interesados el concejal del distrito de Retiro, José Antonio Gómez Angulo, para cambiar su junta de sede, y desde el Ministerio de Obras Públicas. Renfe quiere recaudar 120 millones por este concepto "para amortiguar gastos tan elevados como el mantenimiento del jardín tropical de la antigua estación de Atocha", según reconoció Jubert.

En esta zona, pero ya en el distrito de Arganzuela, Renfe tiene en el Cerro de la Plata y en la calle de Téllez terrenos liberados para usos residenciales que vende sólo a promotores de viviendas de precio tasado.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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