Aznar pide la convocatoria de elecciones generales
El presidente del PP, José María Aznar, reclamó ayer la disolución de las Cortes y el inmediato adelanto de las elecciones generales para encontrar una vía que "despeje incertidumbres y no las añada, que clarifique la situación política y no la oscurezca, que sea útil para emprender un camino de recuperación del país". En su primer discurso después de las elecciones, Aznar criticó las declaraciones de apoyo al Gobierno realizadas por Jordi Pujol, tras la entrevista mantenida el jueves en La Moncloa con Felipe González. "El espectáculo de la confianza privadamente expresada en un sofá, bajo la máxima 'te doy la confianza a condición de que no me la pidas', es un lamentable dato de debilidad y de falta de ideas ante el futuro del país".
Aznar, de traje oscuro, camisa y corbata. azul pálidas, recibió, poco antes de iniciar su discurso, la ovación de la Junta Directiva Nacional del PP -máximo órgano del partido entre congresos- que, puesta en pie, testimoniaba del ambiente de euforia contenida que han despertado en el Partido Popular los resultados de las elecciones a los parlamentos europeo y andaluz. Los medios de comunicación siguieron el discurso del presidente del PP desde la sala de prensa -adyacente a la sala donde estaba reunida la junta directiva- y a través de un circuito cerrado de televisión.Aznar, en tono moderado y nada triunfalista, basó su intervención en la idea de que el pueblo español canceló el pasado 12 de junio la "prórroga" que había dado a Felipe González en las elecciones generales del pasado año y que el presidente del Gobierno no cuenta hoy con suficientes apoyos parlamentarios para someterse a una cuestión de confianza.
"La decisión expresada por los ciudadanos el pasado día 12, en nuestra opinión, supone, primero, la ratificación del proyecto político y de la política seguida por el PP; segundo, la desautorización clara de la política seguida por el Gobierno y por sus socios hasta el momento, y tercero, la cancelación de la prórroga que los ciudadanos españoles concedieron al señor González el pasado día 6 de junio. Es evidente, en consecuencia, que nos encontramos en una situación de crisis muy grave", añadió Aznar.
El presidente del PP criticó la actitud adoptada por el jefe del Ejecutivo tras las elecciones. "El señor González se ha limitado a manifestar lo siguiente: que no piensa dimitir, que no piensa cambiar de Gobierno, que no piensa presentar una moción de confianza y que no piensa adelantar las elecciones. Parece decir, situándose de espaldas a la realidad, que el 12 de junio no tiene: ni una trascendencia, ni un significado suficiente, y que no está dispuesto a obrar en consecuencia. Esta actitud no puede considerarse ni sólida, ni responsable". Continuar con "la obcecación y el inmovilismo es la peor de las opciones para recuperar la confianza", señaló en otro momento Aznar.
El presidente del PP descartó que su partido vaya a presentar una moción de censura, que consideró "innecesaria después de la censura expresada mayoritariamente por los ciudadanos hace una semana", y mostró la necesidad de que el Gobierno explique cuanto antes los apoyos parlamentarios con los que cuenta y el contenido de los acuerdos a los que ha podido llegar con CiU. "En una democracia, los pactos son normales y legítimos a condición de que sean públicos y transparentes. Todos los ciudadanos españoles y el parlamento tienen derecho a conocerlos. En consecuencia instrumentaremos las medidas parlamentarias correspondientes para que el Gobierno dé cuenta de esta situación ante el Congreso", añadió Aznar.
El presidente del PP abrió su discurso con un recuerdo del ofrecimiento que hizo su partido, tras las generales del pasado año, para negociar con el Gobierno los grandes problemas del país, "respetando la lógica autonomía del Gobierno". El Ejecutivo, dijo, rechazó "equivocadamente" la propuesta. "Empezaron entonces las legitimaciones telefónicas y los conciliábulos extraparlamentarios", afirmó Aznar en clara alusión a las negociaciones con Pujol.
Aznar resaltó que el PP no tiene ningún interés partidario en la disolución anticipada de las cámaras y el adelanto de las elecciones. En su opinión, se trata del "interés nacional, no del interés de ningún partido y no del interés del Partido Popular. Se trata del interés de los ciudadanos españoles y no del interés de ninguna persona concreta". "He dicho en más de una ocasión que no tengo más prisa que la que puedan tener los españoles y que estamos dispuestos a aceptar, como siempre lo hacemos, la decisión de los ciudadanos".
Aznar advirtió, sin embargo, que "mientras el señor González se niegue a asumir su responsabilidad de disolver las cámaras y convocar elecciones, único camino lo voy a repetir más veces, que permitirá despejar las incertidumbres políticas y económicas en que está sumida España, el PP deberá estar, en todo caso, preparado para acudir a esa cita con las urnas, porque es muy probable que pueda suceder esa cita incluso en contra de los deseos del señor González".
Un proyecto nacional
El presidente del PP expuso su visión de la victoria electoral como un apoyo de la sociedad a un gran proyecto nacional. "El PP se reafirma en la idea de que los resultados del 12 de junio constituyen un triunfo del conjunto de los españoles, y no una victoria electoral de una oferta política concreta. El PP ha sido el instrumento que una mayoría de los españoles ha escogido para producir un cambio en la situación política. Quiero dejar bien claro que no estoy dispuesto ni ahora, ni estaré dispuesto en el futuro, a desarrollar sólo una política de partido. Estoy decidido a articular y a poner en marcha una gran proyecto nacional de regeneración, del cual el PP es un instrumento importante, pero sólo un instrumento. Y estoy decidido en consecuencia a practicar una política que cuente para los fines expuestos -la regeneración y la recuperación de España- con lo más amplios apoyos y alientos, sin exigencias, ni justificaciones, ni pretensiones partidarias. Me lleva a ello la propia convicción y el aliento que hemos sentido todos en los meses anteriores de que los sectores más dinámicos, activos, creadores, críticos y jóvenes de la sociedad española nos exigen. Si alguien quiere una política de partido que lo diga con claridad, y si se quiere, que se decida sobre ella. Yo, desde luego no la voy a hacer, porque no estoy dispuesto a ello. Ni ahora ni en el supuesto de que los ciudadanos españoles nos diesen su confianza en términos de Gobierno".
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