Música en zapatillas

El mestizaje del soul y del funk, poco ortodoxo aunque escrupulosamente preparado para la música que lucha en las listas de ventas, tiene en The Christians a una banda correcta aunque algo empalagosa.Desde 1987 han editado tres trabajos culminando este año con una recopilación, The best of The Christians, que presentaron en la sala Aqualung ante un escaso público que se mantuvo atento hasta el final de la noche. Los hermanos Christian y su compañero de banda Henry Priestman salieron acompañados por tres instrumentistas que corroboraron el estilo y la capacidad musical de su propuesta: una melodía sencilla trabajada superficialmente, cuatro voces en coro perfectamente engranadas y, sin embargo, ni brillo, ni exuberancia funk ni calor soul. The Christians llegó en zapatillas al escenario y tan sólo al final, cuando se concentraron en los temas más rítmicos, invitaron a su público al baile con algo más de intensidad de que habían logrado hasta ese momento.

El vocalista Garry Christian, que actuó casi toda la noche sentado en una banqueta, tiene una carismática voz que rinde homenaje continuamente a Stevie Worider y que está perfectamente acompañada por la de su hermano, aunque esto no bastó para que demostrasen la profesionalidad que se. necesita para hacer de la propia música algo personal.