Venezuela propone equiparar a los corruptos con los narcotraficantes

El presidente de un país azotado por los escándalos, el venezolano Rafael Caldera, propuso ayer ante la IV Cumbre Iberoamericana la conclusión de un pacto continental de ayuda mutua para erradicar la corrupción. "Creo", afirmó en su discurso, "que debemos comprometernos a no dar refugio, apoyo o ayuda a quienes sean responsables del grave delito de robar dinero de los pueblos ni dar amparo al dinero adquirido de forma vil".Caldera, cuyo predecesor, Carlos Andrés Pérez, está en la cárcel pendiente de juicio, prosiguió: "Así como la comunidad de naciones rechaza el asilo y la protección de los narcos debemos obrar de igual manera con los corruptos". Fue el único entre los 23 mandatarios que sacó a relucir este asunto.

El jefe del Estado venezolano vestía una guayabera cómo buena parte de los demás oradores. Ninguno llevaba corbata, ni siquiera el presidente de la cumbre, el colombiano, César Gaviria, que hizo gran hincapié en su alocución inaugural en la necesidad de ahondar la integración regional. "Para muchos de nosotros el libre comercio y, desde luego, la integración son probablemente los mejores antídotos contra la pobreza aún existente en nuestros pueblos", señaló.

La víspera de la cumbre se dieron pasos en pro de la integración con la firma en esta ciudad caribeña de un acuerdo de libre comercio, que la prensa ha bautizado como G-3, entre los presidentes de México, Colombia y Venezuela, que prevé un desmantelamiento arancelario de aquí a 12 años;

Para la diplomacia española Mercosur -del que forman parte Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- es, al margen del Tratado de Libre Comercio con EE UU, el proyecto más serio de integración regional. No en balde fue el único que mencionó en su discurso el presidente del Gobierno, Felipe González.

España desea que la Unión Europea empiece pronto a negociar un acuerdo de libre comercio con esos cuatro países del Cono Sur.