Las obras amenazan la continuidad del único centro de planificación familiar de Entrevías

El centro de planificación familiar de Entrevías (Puente de Vallecas), regentado por la asociación de mujeres Gaviota y ubicado en una escuela de educación de adultos de la Comunidad, sólo tiene asegurada su continuidad hasta el 30 de junio. A partir de entonces el edificio cerrará por obras. La asociación Gaviota aún desconoce si les ofrecerán otro local. Sus responsables dan charlas gratuitas desde hace 14 años en colegios e institutos y ofrecen atención ginecológica y psicológica a precios populares -un máximo de 2.000 pesetas- Es esta faceta como consultorio la que retrae al gobierno regional para cederles otro local.La alarma cundió el pasado 9 de mayo. Las cuatro mujeres de la asociación Gaviota aseguran que el director de la escuela de adultos, donde están ubicadas, les avisó de que debían marcharse por la rehabilitación del edificio, que depende de la Consejería de Educación y Cultura. "La necesidad de arreglos nos parece evidente, pero no nos han ofrecido ninguna alternativa y no sabernos cuánto van a durar las obras", explica Isabel Aguilera. "Nos dijeron que el 30 nos íbamos y que después en el edificio sólo quedaría el local de la tercera edad y la escuela de adultos", añaden.

Portavoces de la consejería de Educación suavizan esta versión de los hechos. "Sabemos que desempeñan una tarea educativa, por eso les hemos ido renovando el permiso de estancia cada año; pero si también dan consultas y cobran por ellas el asunto escapa de nuestra competencia como responsables de Educación", añaden. "La próxima semana la directora de Educación, Aurora Ruiz, se reunirá con ellas para tratar sobre el tema", informan.

Estas mujeres están convencidas de cumplir una función social en este barrio de 45.000 habitantes. María José Gallardo, una de ellas, defiende su trabajo: "Después de 14 años seguimos siendo el único centro de planificación de todo Entrevías, Palomeras y el Pozo del Tío Raimundo". "Los ginecólogos de los ambulatorios cercanos ofrecen atención sobre anticonceptivos, pero no pueden dedicarse a dar una charla a cada mujer que acude a ellos y, a menudo, nos las remiten", añade.

"Aquí quien puede paga las 2.000 pesetas de la consulta ginecológica o las 1.500 de la psicológica, pero todos los meses tenemos un 10% de mujeres que vienen gratis porque no tienen medios", apostilla. "Atendemos a personas que carecen de cartilla sanitaria porque ni siquiera poseen carné de identidad, a adolescentes con mínimos ingresos y, últimamente, a inmigrantes dominicanas que carecen de permisos de trabajo y residencia".

En todo este tiempo, por el local, situado en la calle de Serena, 26, han pasado unas 12.000 mujeres y unos pocos hombres, a los que asesoran sobre vasectomías.