Un colorante español a base de cochinilla amenaza al 'sí' a la UE en Austria

El referéndum que decidirá mañana si los austriacos ingresan a la Unión Europea (UE) podría decidirse por la cochinilla en el yogur español. La campaña del terror anti-UE del derechista Jörg Haider, jefe del Partido Liberal, llegó al máximo de la efectividad y el absurdo el miércoles por la noche. Frente a un millón de telespectadores, en el último y más decisivo debate político sobre los pros y los contras de la UE, Haider mostró una botella de plástico blanco de yogur de fresa marca Kalise (fabricado en Canarias) y dijo: "Este yogur español no tiene una sola fresa, tiene sólo cochinilla".

El Gobierno de coalición entre socialdemócratas y democristianos acusó a Haider de "manipular a la opinión pública", porque la cochinilla es utilizada como colorante rojo en muchos países y también en Austria, con excepción de los productos lácteos y alimentos infantiles. En un periódico local se preguntaban: "¿Es que el señor Haider nunca ha tragado cochinilla cuando se toma su aperitivo de Campari?".La ya célebre botella de plástico de Canarias se ha convertido en el mejor objeto de exhibición en las sedes del Partido Liberal en el Parlamento, para que los austriacos, atemorizados por los alimentos foráneos, pudieran convencerse por sí mismos.

Todos los periódicos informaron ayer en primera página sobre los insectos utilizados durante siglos como base de colorante. El comentarista político Hans Rauscher, se preguntaba en la edición de ayer del periódico Kurier: "¿Decidirán las cochinillas el referéndum del dorningo?". Karl Karmasin, jefe de Gallup en Austria, dijo ayer que la acertada puesta en escena del xenófobo Haider podría "a la hora de votar, reforzar el escepticismo de alguna gente ante la Unión Europea".

Hasta mañana no se verá cómo el factor culinario influye sobre el futuro de Austria. Por ahora sólo es seguro que la diferencia entre el sí y el no por el ingreso será mínima. Los últimos sondeos dan el 31 % al sí y el 31 % al no y dejan el resultado final en manos de un 38% de indecisos, entre quienes habrá más de uno afectado por el síndrome de la cochinilla.