'Este 'miura' no lo mato yo ni loco"
Domingo Valderrama, de 1,62 metros de estatura, triunfa con toros que le sacan la ca beza
En los sanfermines se le ocurrió ir al sorteo y cuando vio el bicho que le correspondió en sexto lugar, pensó desde sus 1,62 metros de estatura: "Este miura no lo mato yo ni loco". Pues lo mató y de media estocada. Aún no sabe cómo. 0 sí. Domingo Valderrama acaba desvelando el secreto: "Con valor y coraje. No hay otra manera de cortarle la oreja". Este año se la cortó a otro miura en Sevilla. Hoy sale en Las Ventas, dispuesto a reventar la feria.Valderrama es consciente de la curiosidad que despierta. ¿Cómo un chaval tan pequeño puede torear, y es más, matar, toros que le sacan la cabeza? ¡Pero si tiene que ponerse de puntillas para verles el morrillo! "Pues sí, es verdad, como el toro esté muy montado no llego a ver dónde tengo que meterle el estoque", reconoce.
Domingo tiene 23 años, vive con sus padres en una finca agrícola en el campo, cerca de Utrera (Sevilla), al lado de donde pastan los toros de Guardio la. Como novillero no le fue mal, e incluso recibió trato preferente en La Maestranza. Hasta que cayó en el olvido y tuvo que buscarse la vida matando corridas duras en Francia. Tomó la alternativa en 1992, hizo 14 corridas el año pasado y la de Pamplona le sirvió como trampolín.
"No hice dinero, pero al menos me di a conocer. Ahora llevo ya cinco corridas esta temporada, seis con la de hoy, y a poco que me vayan bien las cosas, me disparo hasta las 30, 40 ó 50. El toro me va a dar, por fin, para comer y para vivir", cuenta el torero. "Vivo sin estrecheces, pero todas mis ambiciones están todavía por llegar. Y nada tienen que ver con los tópicos taurinos de comprarse lo primero el cortijo y un mercedes, que yo con un chalé en las afueras de Sevilla y con mi audi, aunque si puede ser el V6, mejor, me conformo. Lo que trato es de conseguir una seguridad que aún no me ha dado el toro".
La de esta tarde va a ser la cuarta corrida de miuras este año. "¿Y qué se la va a hacer?", comenta. "Es lo que me ofrecen, aunque creo que no encajan en mi estilo de toreo. Aunque a mí personaImente, si se dejan cortar las orejas me da igual cualquier ganadería".
Domingo Valderrama no siente miedo ante tan descomunales toros, agigantados todavía más desde su corta estatura: "¡Ningún problema, hombre! El tamaño es lo único que puede ser un problema para entrar a matar, pero lo demás, nada. Los pitones tampoco imponen. Este año con el toro que peor lo he pasado fue con uno de Carlos Núñez, que no quería más que coger. Con los miuras, en cambio, encantado. Como los de hoy metan la cabeza, armamos un alboroto".
El miedo que siente esta mañana Valderrarna es al público, a la responsabilidad de presentarse en Madrid: "En cuanto llegue mi cuadrilla del sorteo, porque a éste sí que no voy, que prefiero estar tranquilo en el hotel, se me irán los nervios. Entre comentarios, la comida, una duchita y el vestirse, ya se ha echado la hora encima. Y como los toros van a embestir, que lo sé yo, buena la vamos a armar en la última de feria. Así que, ¡venga!, que llegue prontito la corrida, que estoy deseando hacer el paseíllo".
Babelia
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