Berlusconi anuncia medidas sobre la RAI, a la que considera contraria a su Gobierno
"Creo que no hay ningún país en el mundo, dotado de un Gobierno democrático, que tenga un servicio público cuya línea editorial sea antagonista del Gobierno y de la mayoría del país", afirmó ayer el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en referencia a la RAI, la televisión estatal italiana, sobre la que anunció una actuación gubernativa urgente."Hay un problema RAI, que estará próximamente sobre la mesa del Gobierno", afirmó el único gobernante del mundo que es dueño de tres de las cuatro cadenas nacionales privadas de televisión existentes en su país. "Luego, hay otro problema relativo a todo el sector de la información", añadió, para sugerir que el problema de la televisión estatal será considerado antes e independientemente de la reordenación global de la estructura de la televisión italiana que ha prometido el Gobierno.
Siempre con respecto a la RAI, Berlusconi destacó otra "anomalía", además de la ya mencionada oposición al Gobierno: "Es ciertamente anómalo que haya un servicio público que siga cerrando los balances con grandes pasivos, teniendo que recurrir siempre a la intervención del Estado".
Berlusconi había evitado intervenir hasta ayer en la ya fuerte polémica suscitada por diputados y miembros de la mayoría sobre el futuro de una televisión estatal que tradicionalmente ha estado controlada por democristianos, socialistas y comunistas, en virtud de detallados acuerdos de reparto.
El primer ministro italiano defendió, al mismo tiempo, su propia presencia en el mundo de la televisión, que calificó de "anómala, pero democrática", y de cuya dirección asegura haberse separado. "Ni siquiera llamo por teléfono, por miedo a que se piense que quiero volver a dar indicaciones", dijo.
Por su parte, Roberto Maroini, ministro italiano del Interior y número dos del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, se declaró ayer favorable a que las tres fuerzas que constituyen el actual Gobierno italiano, es decir, la propia Liga, Alianza Nacional y Forza Italia, se integren en un solo partido. "En cuatro años, o se llega a crear el gran partido liberal italiano, o volveremos a las urnas divididos y seremos vencidos. Yo, por supuesto, soy partidario de lo primero", dijo Maroni.
El ministro italiano de Interior se expresó así en una comida con corresponsales extranjeros, en la que explicó que los problemas políticos en el seno de la mayoría responden al hecho de que los electorados de las tres fuerzas que la integran se superponen, sobre todo, precisó, los de Forza Italia y la Liga Norte.
