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Los violines de otoño

Un amago de cólico nefrítico puso al candidato Manuel Chaves en brazos de la modorra nolotílica. Mal sus asesores médicos deberían saber que el Toradol es mucho más eficaz para el dolor, con un puntito casi morfinico que da gusto. Pero la eficacia no parece ser el plato fuerte de esta despendolada campaña a cuyo cargo se encuentra el bando vencedor del último congreso socialista, mientras que el perdedor, el guerrismo, tradicional sustentador en lides semejantes, más bien parece arrimar poquito el hombro, salvo cuando se trata de potenciar a su Alfonso. "Lo que faltan son currantes, pero no de los de corbata, currantes de verdad", se quejaba el sábado un seguidor socialista cuando se encontró, en la localidad sevillana de El Ronquillo, con que se había anulado a última hora un acto público menor convocado en el Hogar del Pensionista. Nadie dio explicaciones del porqué de la suspensión, y a nadie pareció importarle en el pueblo: ni siquiera habían oído hablar del asunto.Sin embargo, el próximo mitin de Guerra, en Pruna, que se celebrará esta noche, ha sido anunciado a bombo y platillo por la radio, como si de una actuación estelar se tratase. Es de suponer que el vicesecretario general del PSOE llevará a este remoto pueblo sevillano, de unos 3.600 habitantes, la high tech que introdujo en Mérida. Con lo cual va a apuntarse Alfonso Guerra un bolo de verbena que ni Lauren Postigo.Pero no estará Linares en el itinerario de Chaves -eso dicen las últimas comunicaciones a la prensa, aunque vaya usted a saber, dado el desparrame generalizado-, y por mucho que seesgrima, para no dar batalla en la Normandía del régimen, un previsible desembarco en el mitin de obreros de Santana provistos de piedras -cosa, por otra parte, dificil de probar de antemano-, en la historia de esta campaña por la presidencia autonómica quedará como una torpeza política no haber sabido encontrar razonescon las que desarmar la ira de los trabajadores.

Resulta bastante impresionante el tono crepuscular que ofrecen los socialistas, agravado por la edad provecta de sus espectadores -en algunos actos, la media de treinta y tantos se consigue porque los abuelos asisten acompañados por sus nietecitos-, mientras en el otro lado, en la derecha, que siempre hemos identificado mecánicamente con lo viejo, no sólo la gente es más joven, sino que tiene más ganas. Algunos razonamientos que se hacen en los discursos socialistas son igualmente caducos, faltos de imaginación: que el paro ha aumentado por que las mujeres se han incorporado al mercado de trabajo y porque en Andalucía ha aumenta do la población activa. Otros datos que se manejan, como anticipar que durante el mes de mayo, se han creado 2.000 puestos de trabajo por día en esta región, al tiempo que se anuncia que no se darán los datos de la Encuesta de Población Activa hasta pasadas las elecciones para no interferir en sus resultados, no dejan de ser, también, viejos trucos de ilusionistas rutinarios.

Todo hace suponer que, como en la contraseña que utilizaron los aliados para la invasión, tomada de un verso de Verlaine, "los largos sollozos de los violines de otoño" están sonando en junio para los socialistas. Los alemanes conocían su significado, pero no lo supieron valorar, y eso dio la victoria a sus enemigos.

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