Los serbios retiran de Gorazde sólo una parte de sus soldados vestidos de policía
Radovan Karadzic, jefe de los rebeldes serbios de Bosnia, ha vuelto a practicar su juego favorito: prometer cosas que después cumple a regañadientes. De los 150 soldados disfrazados de policías que permanecían en la zona desmilitarizada de Gorazade, se han retirado cien. Los otros 50 se mantienen en sus puestos. Los replegados se hallan próximos al límite de los tres kilómetros, lo que constituye una amenaza.La Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) envió ayer a Gorazde dos secciones de cascos azules canadienses (unos 160 hombres) para reforzar su posición en el enclave, una de las seis zonas protegidas por el Consejo de Seguridad.
La actitud de los serbios hizo que los musulmanes boicotearan ayer, por segundo día consecutivo, las conversaciones de Ginebra entre las partes en conflicto convocadas por el enviado especial de la ONU Yasushi Akashi con el fin de conseguir un alto el fuego. El vicepresidente bosnio, Ejup Ganic, llegó anoche a Ginebra pero aseguró que no participaría a ninguna negociación mientras las fuerzas *serbias no se retiren totalmente de Gorazde. En estas condiciones, las Naciones Unidas amenazaron anoche con cancelar definitivamente hoy el encuentro.
Ganic aseguró, sin embargo, que su rechazo no se extendía a las discusiones políticas convocadas por el llamado Grupo de contacto -formado por EE UU, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia-, en las que se tratará el asunto de los mapas.
El presidente de la Asamblea bosnia, Miro Lazovic, un serbio leal al Gobierno de Sarajevo, lanzó ayer, en este sentido, un caramelo a Karadzic: si acepta unirse a la Federación croatomusulmana y renunciar a la independencia, Bosnia solicitará el levantamiento del embargo que pesa sobre Serbia.
Por otra parte, dos granadas anticarvo, procedentes de las posiciones serbias, cayeron ayer a 200 metros del cuartel que la Agrupación Córdoba tiene en Mostar. Los soldados se vieron obligados a meterse en los refugios. No hubo daños ni víctimas.
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