La Comisión Europea concede a España el paquete de ayudas regionales más alto dado nunca a un país

La Comisión Europea aprobó ayer "el mayor volumen de ayuda financiera jamás concedido por la Unión Europea a un Estado miembro", según aseguró el comisario de Política Regional, Bruce Millan. El Estado miembro es España, las regiones favorecidas son 10 comunidades autónomas y Ceuta y Melilla con una renta per cápita equivalente al 75% de la europea (conocidas como de Objetivo 1), y la cantidad es de 26.300 millones de ecus (4,2 billones de pesetas) escalonadas entre 1995 y 1999.

Las ayudas están dirigidas a mejorar el sistema productivo, equipamientos de base, desenclavamiento de regiones aisladas y recursos humanos y calidad de vida. Han sido asignadas ahora, después de su aprobación inicial con las perspectivas financieras de la Comunidad hasta 1999 en la Cumbre de Edimburgo, en diciembre de 1992.Las regiones receptoras de los fondos representan el 59% de la población española y el 77% del territorio. Su renta media regional está en el 64% de la renta comunitaria y la tasa de desempleo es el doble de la que registra la UE. La aportación europea a estas inversiones tiene un complemento en las inversiones nacionales, públicas y privadas. Las inversiones movilizadas por las ayudas estructurales europeas representan en su conjunto 49.900 millones de ecus, casi ocho billones de pesetas en los próximos cinco años.

Una parte importante de las ayudas europeas, exactamente 8.961 millones de ecus (1,4 billones de pesetas), equivalente al 35% de los recursos globales, es competencia directa de las comunidades autónomas, que ven así incrementados sus presupuestos de inversiones. La región en la que se concentran las mayores inversiones directas es Andalucía, con 2.421 millones de ecus (387.000 millones de pesetas), seguida de Galicia (1.225 millones de ecus), Castilla-León (1.163) y Valencia (1.040).

En el periodo 1989-93, las aportaciones comunitarias a las inversiones regionales fueron de 9.756,2 millones de ecus (en precios de 1989), por lo que el nuevo paquete significa más del doble de los fondos estructurales en un periodo equivalente. Las inversiones generadas por estas ayudas han significado la aportación de un 2% al producto interior bruto (PIB) de las regiones receptoras y una aceleración del crecimiento del 0,3% anual.

La Comisión Europea considera, además, que se ha traducido en 115.000 nuevos puestos de trabajo y en una aportación a la formación bruta de capital fijo de las regiones concernidas del 7%.