La guerra en Sudán causa estragos en la población

El hambre vuelve a agravar las condiciones de vida de decenas de miles de sudaneses, desplazados de sus hogares por la guerra civil que libran desde hace once años en el sur del país las fuerzas gubernamentales y la guerrilla del Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLA). Las raíces del conflicto hay que buscarlas en las diferencias raciales, religiosas y económicas entre el norte y el sur de esta antigua colonia británica que obtuvo la independencia en 1956.El Gobierno del general Ornar Hassan al Bashir, que se alzó con el poder con un golpe militar en junio de 1989 y ha impulsado la creación de un Estado islámico, lanzó esta primavera lo que se considera la mayor ofensiva contra las milicias del SPLA. Aviones Antonov de matriz soviética son empleados para hostigar poblaciones y campos de refugiados cercanos a la frontera con Uganda y Zaire con la justificación de que sirven de refugio a los guerrilleros secesionistas. La ofensiva de Jartum ha movilizado a numerosos civiles, reclutados por el Frente Islámico Nacional. Mientras que en el norte del país el 81% de la población es de confesión musulmana, el 57% de los habitantes del sur se declaran cristianos o animistas.La guerra civil ha provocado el desplazamiento de cinco millones de personas y la muerte de al menos un millón, una guerra que le cuesta al Gobierno de Jartúm 144 millones de pesetas al día.

Los intentos de mediación de la comunidad internacional se han encontrado siempre con la oposición de las autoridades sudanesas, que en enero pasado criticaron agriamente la visita del arzobispo de Canterbury al sur del país.

Las organizaciones humanitarias han lanzado la voz de al arma ante las condiciones de vida de decenas de miles de personas, hacinadas en campos de refugiados (300.000 en Uganda), hostigados por la aviación gubernamental. La ONU ha advertido que dos millones de personas corren el peligro de morir de hambre.