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El primer cruce masivo de datos en el IRPF detecta casi 700.000 declaraciones con irregularidades

El esfuerzo de la Administración Tributaria en explotar su base de datos ha dado este año sus primeros frutos. El primer cruce masivo de las declaraciones del impuesto sobre la renta presentadas en 1993 ha detectado 682.934 casos en los que existen irregularidades. El problema, en su mayor parte, es que no concuerdan los datos declarados por los contribuyentes con los que Hacienda tiene de ellos por otras fuentes. Esta cifra supera, en sólo cinco meses, la registrada en todo el pasado año (428.449). El importe de la deuda así detectada, cerca de 40.000 millones de pesetas, duplica a la del año anterior.

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Por primera vez, desde que Hacienda dispone de un sistema informático, la Agencia Tributaria ha sido capaz de. llevar a cabo este barrido generalizado. Un total de 12,31 millones de declaraciones del IRPF presentadas en 1993, sobre los ingresos obtenidos en 1992, han sido revisadas a fondo.De ellas, los ordenadores han detectato discrepancias que se han confirmado en 682.934 casos. Como explica Fernando Díaz Yubero, director general de Gestión de la Agencia Tributaria, "el mayor éxito es que hemos conseguido acabar prácticamente todo el trabajo en tiempo real, es decir, antes de empezar la siguiente campaña de renta".

El cruce se ha llevado a cabo entre las declaraciones presentadas y la información facilitada a Hacienda por sujetos distintos a los declarantes. En concreto, a través de las retenciones del trabajo practicadas por las empresas, las realizadas por los bancos en las cuentas corrientes, los dividendos pagados por las sociedades, los titulares de letras del Tesoro, los partícipes en fondos de inversión con reembolsos significativos, las sociedades en transparencia fiscal y los arrendamientos y compraventas de inmuebles.

El subdirector general de Verificación y Control Tributario, Roberto Serrano, explica que en total se manejan unos 160 millones de registros. El procedimiento consiste en que cada contribuyente es "como una percha donde colgamos los datos que vamos recibiendo de él a lo largo del año". Al final, cuando llegan las declaraciones del impuesto sobre la renta "chocamos toda la información" y ahí es cuando se detectan las discrepancias.

Existen dos niveles de comprobación. El primero consiste únicamente en separar las declaraciones que no permiten su tramitación porque faltan etiquetas, no se ha puesto la firma o no se ha incluido alguno de los impresos. Este tipo de problemas afecta a menos de un 0,4% de las declaraciones, porcentaje "que cada vez es menor", según señala Serrano.

Ocultación de ingresos

Para el segundo nivel se tarda ahora tres o cuatro meses y consiste en grabar en los ordenadores todos los datos suministrados por los contribuyentes. En este proceso trabajan unos 1.300 funcionarios de Hacienda, según explica el director de Informática Tributaria, Franciso Valencia.La comprobación pretende, en primer lugar, detectar errores aritméticos o de criterio. Es decir, si hay sumas, restas o porcentajes que están mal o problemas con los límites de deducción por criterios equivocados.Además de estos errores, que pueden ser involuntarios, se comprueba en segundo lugar lo que suele constituir una ocultación de ingresos. Aquí es donde se produce el cruce de los datos suministrados por otras fuentes que se ha realizado, por primera vez este año, con el 100% de las declaraciones presentadas.

Los errores, sin embargo, no siempre son achacables al contribuyente. En la comprobación de este año se ha dado el caso de una importante agencia de noticias que envió mal la declaración de retenciones de sus empleados, lo que ha sido detectado por los ordenadores de Hacienda. A todos ellos se les ha enviado un requerimiento y una nueva liquidación para que rehagan sus declaraciones.

Requerimientos

Díaz Yubero explica que si las discrepancias son pequeñas "las resolvemos nosotros rnismos". Si el error es puramente matemático, Hacienda se limita a enviar una paralela para que el contribuyente pague lo que adeuda y, si la equivocación es en su contra, se le envía la diferencia. Pero si el problema es de cierta importancia, Hacienda manda un requerimiento para que el afectado se explique. Si no convence, se le manda una liquidación provisional contra la que siempre cabe recurso.El director general de Gestión de la Agencia Tributaría señala que si, al final, la discrepancia se traduce en que se solicita una devolución mayor de la calculada por Hacienda, la multa puede oscilar entre las 1.000 y las 150.000 pesetas. En el caso de que se haya producido una ocultación de ingresos, la sanción es del 50% de la cantidad defraudada más los intereses de demora.

De la cantidad total descubierta este año (39.633 millones de pesetas), 20.092 millones corresponden a ingresos ocultados, 23.553 a devoluciones solicitadas de más y 4.012 millones a devoluciones solicitadas de menos. Si el problema es de cierta envergadura, se remite el expediente a la inspección para que realice una investigación más a fondo.

Para Díaz Yubero, lo importante no son tanto las cifras como el hecho de que "estarnos sentando las bases para un futuro mejor cumplimiento de las obligaciones fiscales". En su opinión, "el contribuyente que este año ha recibido una liquidación provisional, procurará declarar bien en adelante".

Este cruce masivo de datos se ha realizado, además, sobre las declaraciones presentadas con la nueva ley del impuesto sobre la renta, que se aprobó en julio de 1991 pero que se aplicó, por primera vez, en la liquidación realizada a mediados de 1993.

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