La pelea del Hispano
El nombramiento de Claudio Boada como presidente del Banco Hispano Americano salió a colación tanto en la comparecencia de Jaime Soto como en la de Carlos Solchaga ante la comisión Rubio. Fue hace nueve años, pero marcó una etapa en la solución de la crisis bancaria. Entonces Solchaga era ministro de Industria y Soto, consejero delegado del Hispano.La crisis del Urquijo Unión, participado por el Hispano; la grave enfermedad del entonces presidente del Hispano, Alejandro Albert, y la pérdida de rentabilidad del Hispano provocó el relevo en el que entonces era el tercer banco del país. Y ahí surgieron las discrepancias en las comparecencias. Solchaga dijo que Boada fue presidente tras la presentación de una terna por parte del consejo de administración. En la terna figuraba en primer lugar José Vilarasau, director general de La Caixa; en segundo lugar aparecía Claudio Boada y el tercero lo ocupaba Antonio Barrera de Irimo, consejero del Hispano.
Vilarasau dijo que no aceptaba el nombramiento y corrió el escalafón, según Solchaga. Para Jaime Soto esto no fue así. Aceptó, según fuentes de la comisión, que "a Vilarasau se le ofreció el puesto por parte del consejo de administración, pero el resto no fue así". Un miembro de la comisión Rubio dijo que Soto "vino a insinuar que el nombramiento de Boada fue 'no querido' por el Hispano".
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