Las figuras se traen los toros hechos a medida

Si no se rechazan en el reconocimiento que realizan los veterinarios, se devuelven luego al corral. Y si aguantan toda la lidia, es a duras penas, porque constantemente se caen. Así son los toros de las figuras, que a pesar del trabajo que les cuesta traerlos debajo del brazo, luego de poco les valen. La mejor prueba de ello la dieron ayer Manzanares y Espartaco. Quisieron los moura y mataron los moura. Aunque estuvieran inválidos.Los matadores del escalafón especial llevan estoqueados 24 toros en la feria. Sólo tres de la ganadería titular correspondiente aguantaron la lidia íntegra, esto es, sin ser rechazados previamente (12), ni caerse después en el ruedo, lo que no significa necesariamente que tuvieran movilidad. Dos fueron para Jesulín de Ubrique y uno para Ortega Cano; pertenecían a las ganaderías de Manolo González Sánchez-Dalp y Puerto de San Lorenzo.

Las figuras -los apoderados en su nombre-, además de negociar con los empresarios de la feria qué toros quieren lidiar, luego los eligen en la ganadería, aunque con el visto bueno del veedor -el que ve y aprueba los toros- de la empresa. Descartan los más ofensivos de pitones y se quedan con los que tienen las cabezas más cómodas.

Al final, todos acaban engañados, hasta el propio ganadero; lo más probable que suceda es que haya toros que no pasen ni siquiera el primer reconocimiento que se celebra el día anterior a la corrida, en el que se mira el trapío. El ganadero puede traer más reses, aunque su presencia no diferirá mucho de las rechazadas, para no ir en contra de los deseos del torero. Si en el siguiente reconocimiento, la mañana misma del festejo, no se aprueban más que tres toros, su dueño puede retirarlos.

Corridas incompletas

Ya se ha dado este caso en la feria de Madrid cuando las reses de María del Carmen Camacho, que eran para los diestros Curro Vázquez, Paco Ojeda y Finito, fueron sustituidas por cuatro de Alcurrucén y dos de Couto de Fornilhos.En otra tarde en la que los matadores del escalafón especial coparon el cartel (Ortega Cano, Julio Aparicio y Jesulín de Ubríque), sólo se aprobaron tres toros de Manolo González Sánchez-Dalp, que se completaron con tres de la ganadería de Alcurrucén.

Lo mismo sucedió con la corrida de El Torero (Litri, Jesulín de Ubrique y Manolo Carrión), pero en este caso sólo se lidió uno de los tres que salieron, porque dos fueron devueltos al corral, ante su manifiesta invalidez; las reses rechazadas en el reconocimiento se sustituyeron por otras de El Sierro.

Ayer seis mouras salieron al ruedo, tras haber sustituido el ganadero dos rechazados. Fueron devueltos dos, como pudieron haber sido los seis. Pero los de Manzanares y Espartaco se mantuvieron. ¡Faltaría más!