El Louvre duda si restaura un "sfumato" de Leonardo da Vinci

La eventual restauración por especialistas del museo del Louvre de una de las obras maestras de Leonardo da Vinci, La virgen, el niño Jesús y Santa Ana, ha causado inquietud entre algunos expertos, para quienes tocar el sfumato, un efecto vaporoso y único -"como humo", según Leonardo-, pondría en peligro la obra del maestro. El cuadro se descolgó del Louvre en septiembre de 1991 y se encuentra desde entonces en el taller de restauración.Está prevista para esta semana una reunión de la Comisión Nacional francesa de restauración para decidir si el cuadro, una obra maestra mundial, puede limpiarse "para eliminar o ocultar ciertas manchas oscuras que resultaron de sucesivas retoques al original", según ha indicado Jean Pierra Cuzin, jefe de la Inspección General de Museos de Francia.

Para Jacques Franck, historiador de arte y especialista en Leonardo, la limpieza alteraría el sfumato y podría estropear el cuadro definitivamente. Franck se queja y se alarma de que el Louvre le haya consultado sobre la restauración y ahora le excluya. El director de los Museos Nacionales franceses, Jacques Sallois, ha dicho que todavía no se ha tomado una decisión al respecto: "Lo haremos esta semana, pero en un asunto tan delicado como éste, garantizo que se escucharán todos los consejos".

El académico René Huygue, miembro de la Comisión Nacional de restauraciones y antiguo director del departamento de pintura del Louvre, ha precisado que "las cosas se han detenido a tiempo. Una parte del cuadro se ha dejado en carne viva, pero no se ha producido ninguna catástrofe".

Cambios en el cuadro

Rindiendo homenaje a los "excelentes restauradores del Louvre", Huygue ha precisado que siempre hay problemas cuando se restauran cuadros antiguos muy trabajados en las capas superficiales. "Al retirar el barniz el gran peligro es llevarse el barniz y el esmalte del pintor, cambiando el aspecto del cuadro con el pretexto de limpiarlo".

La restauración clásica consiste en aligerar las capas de barniz viejas, que se agrietan y adquieren un color amarillento con el tiempo, consiguiendo que el cuadro rejuvenezca y recupere su luminosidad original. Según Jacques Franck, esta cura de adelgazamiento debe ser mínima, casi inexistente, en un cuadro de Leonardo da Vinzi, debido a su fragilidad.

El famoso sfumato, donde las figuras parecen surgir de la penumbra como envueltos en un claroscuro infinitamente ligero, es el resultado de una microdivisión en las aplicaciones de color. El pintor aplica sucesivas capas superpuestas, de grosor ínfimo, (a veces incluso de 1 / 30 de mm), dejando secar la precedente antes de recubrirla. La metodología de esta técnica es un descubrimiento de Jacques Frank, publicada recientemente por el reconocido profesor italiano Carlo Pedretti.