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La moda magnética

El Instituto Nacional de Consumo insta a los usuarios a denunciar los productos "milagrosos"

Pueden solucionar desde el estreñimiento hasta la artrosis, los cálculos renales o la depresión. El agua imantada y los imanes adosados al cuerpo o en plantillas, collares o cinturones se han convertido en los últimos meses en una moda comercial que utiliza la salud como reclamo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha iniciado denuncias contra lo que considera una publicidad agresiva y engañosa y un peligro para el tratamiento de muchos enfermos crónicos. Sanidad afirma que es sólo un problema de publicidad abusiva, fuera de sus competencias.El Instituto Nacional del Consumo (INC) solicitó el pasado lunes a la empresa Dajorpa S. L., de Madrid, que suspenda la publicidad de una "pitillera magnética", que comercializa por unas 7.000 pesetas. Esta pitillera, según la etiqueta del producto, disminuye de forma "considerable" la nicotina y el alquitrán de los cigarrillos, tras magnetizarlos. El examen del producto realizado por el INC demuestra que "no disminuye el efecto dañino del tabaco" y "puede suponer un peligro para aquellos que tienen limitado su consumo", según el INC.

"Y poco más se puede hacer", afirma José Domingo Gómez Castallo, director del INC. "Salvo que se demuestre que suponen un peligro para la salud o que los consumidores interpongan denuncias si consideran que la publicidad es un fraude".

La ley sólo reconoce como productos sanitarios los que deben registrarse como medicamentos o terapéuticos, lo que supone un control previo de su publicidad y de sus propiedades, pero no dice nada sobre los que se comercializan con un registro industrial y se anuncien como benéficos para la salud.

Bombardeo radiofónico

El bombardeo radiofónico es continuo. "Descubra las propiedades terapéuticas del agua imantada..."; "compatible con otros tratamientos..."; "sus beneficios se notan desde el primer día...". El secreto está, según los anuncios, en tomar muchos litros diarios y, en colocarse los imanes en el lugar adecuado, explican, antes de recomendar que no se utilicen con marcapasos o en caso de embarazo. Algunas empresas cuentan con un "equipo médico" que ofrece su asesoramiento, por teléfono o por correo, y, "si es posible", personalmente, antes de enviar el producto contra reembolso."Nuestro tratamiento es, sobre todo, preventivo, no curativo", puntualiza Vicente Rodrigo, responsable de la empresa valenciana Terapion, denunciada por publicidad engañosa por la OCU.

Terapion comercializa, por 12.650 pesetas, una jarra que imanta el agua y zumos, leches, caldos e infusiones, y varios imanes, entre las 3.000 y las 8.500 pesetas. El efecto sobre el agua puede durar hasta cinco días, según el folleto, y "mejora", "corrige" e "incluso se han observado curaciones", en psoriasis, alopecia o artrosis, y una larga lista que incluye la hipertensión, la diabetes, la menopausia o la miastenia. "La inducción magnética permite al agua descomponer y eliminar lentamente cálculos renales y biliares...", añade el folleto.

"Es un principio más que demostrado. Los efectos ya los conocía Hipócrates. Los campos magnéticos actúan sobre las bacterias y los virus, por ejemplo, lentificando su acción", aclara Rodrigo. Dos médicos asesoran al cliente "en los casos más complejos".

"Bueno, esto de la imantación es un término popular para que la gente nos entienda. Lo que hacemos es ionizar el agua, potenciando sus propiedades minerales", matiza Silvia González, directora de promoción de Medical Proter, que comercializa, por un precio que oscila entre las 4.000 y la 11.000 pesetas, imantadores de agua y de ducha, una "sábana termomagnética", unas "plantillas biomagnéticas" y un "cinturón médico que constituye un eficaz tratamiento para contrarrestar los dolores en articulaciones, distensiones musculares, neuralgias, etcétera", según reza el prospecto.

Decenas de afecciones

"Al pasar por el campo magnético, científicamente calculado, se produce una modificación de las características físicas del agua que perduran durante muchas horas", explica Fermín Plata, médico, coordinador del equipo médico (compuesto por seis facultativos) de la empresa jerezana Acar-Sud, también denunciada por la OCU.Acar-Sud es una empresa que comercializa un inductor magnético para el agua, por 12.600 pesetas, y varios imanes terapéuticos, por unas 3.000 pesetas. El folleto repasa sus indicaciones para decenas de afecciones, desde la anorexia hasta la diabetes mellitus. "Alivia los síntomas. Los resultados están comprobados por la casuística que tenemos día a día...", asegura Plata, tras afirmar que cuentan con unos 500.000 usuarios en toda España.

Los expertos coinciden en que son productos inocuos, que juegan con la ingenuidad, aunque muestran su preocupación por el aval que les prestan algunos médicos.

"La participación de médicos en estas campañas es una falta deontológica grave, aunque no se puede hacer nada sin una denuncia", afirma Francisco Perteguer, vicepresidente del Consejo General de Médicos, que comprende el malestar de algunos profesionales por estas actuaciones. "En cualquier caso, esto de los productos magnéticos es un cajón de sastre, porque no son productos dañinos, pero las autoridades sanitarias deberían controlar todo lo relacionado con la salud", añade Perteguer.

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