El arreglo del Prado comenzará por el tejado

Se empezará por el tejado. El Ministerio de Cultura convocará en septiembre un concurso internacional para el arreglo de las cubiertas del Museo del Prado. Tanto la ministra, Carmen Alborch, como el presidente del patronato del museo, José Antonio Fernández Ordóñez, dijeron ayer durante la toma de posesión del nuevo director, José María Luzón, que las obras se iniciarán en 1995 y estarán terminadas en el verano de 1996. Las actuales cubiertas del Prado, que incumplen la normativa vigente, se encuentran en un estado tal de degradación que suponen un serio peligro para los tesoros que alberga el primer museo español. El arreglo rondará los 1.400 millones de pesetas. El resto vendrá luego.

José Antonio Fernández Ordóñez señaló que ya se está trabajando sobre unas bases para el concurso y la obra de la cubiertas del Prado que serán hechas públicas el próximo mes de septiembre. El presidente del patronato del Prado, quien se ha tomado el tema de las cubiertas como algo personal, dijo que las obras pueden comenzar el próximo año. El arreglo de los tejados será el primer proyecto que acometerá el Prado, seguido de otro concurso internacional de ideas para tratar de la ampliación de la pinacoteca.En junio, el patronato tiene previsto realizar un informe sobre todos los problemas que aquejan al museo de pintura antigua más importante del mundo. Mientras tanto, la ministra asegura que buscará los recursos necesarios.

Solo faltó su antecesor Francisco Calvo Serraller, que no fue invitado al acto. El nuevo director del Prado, José María Luzón, tomó posesión ayer rodeado de patronos y ex directivos de la pinacoteca y de todos los altos cargos de Cultura, con la ministra Carmen Alborch al frente. Quien no faltó a la cita fue la directora del Reina Sofía, María Corral, y el presidente de su patronato, José Lladó, así como los patronos del Prado, el escultor Julio López, el abogado Rodrigo Uría, y Felipe Garín y José Manuel Pita Andrade -éstos dos últimos ex directores del museo- con su presidente a la cabeza, José Antonio Fernández Ordóñez. También estuvieron presentes la subdirectora del museo, Manuela Mena, y el conservador jefe de pintura flamenca, Matías Díaz Padrón. Con un "no lo sé", contestó Carmen Alborch a la pregunta de un periodista sobre la ausencia de Calvo Serraller, con cuya dimisión la semana pasada parece que se ha abierto la caja de los truenos de la primera pinacoteca española.

Ayer mismo por la mañana el portavoz de Cultura del Partido Popular, Miguel Ángel Cortés, solicitó la comparecencia en el Congreso del presidente del patronato del Prado, José Antonio Fernández Ordóñiez, para que explique la situación, "alarmante" que vive el museo. Tomando como base las declaraciones realizadas a EL PAÍS por Fernández Ordóñez (véase EL PAÍS del pasado domingo), que Cortés calificó de "auténtica señal de alarma", el PP solicitó un plan de urgencia para el Prado para incluir en los próximos presupuestos generales del Estado y se mostró incluso partidario de apoyar un crédito extraordinario en este ejercicio.

El diputado Miguel Ángel Cortés utilizó un informe del patronato del museo realizado en diciembre de 1992, siendo presidente del mismo José Antonio Sánchez Asiaín, en el que denunciaba que los problemas del Prado "son casi los mismos que ya se denunciaban a final del siglo XIX: falta de espacio, insuficiente atención técnica, inadecuación del personal, penuria de recursos, burocratismos en la gestión, y todos cuantos de estos se derivan

Cortés no tuvo precisamente palabras de elogio para el nuevo director, José María Luzón. "Corno director general de Bellas Artes [Luzón ocupó este cargo de febrero de 1991 a octubre de 1993] era el máximo responsable de todos los museos y su gestión no debió de ser tan buena cuando la ministra lo cesó. Su nombramiento evidencia la impotencia del ministerio entregando la dirección del Prado a quien es el responsable directo de las goteras sufridas en el museo". "Las primeras declaraciones de Luzón han sido profundamente desafortunadas", -señaló Cortés-, y la sensación que producen es que no viene a resolver los problemas del Prado, sino a no creárselos al Ministerio de Cultura". El diputado popular criticó duramente que mientras el Reina Sofía compra un cuadro de Picasso, Figura, el Prado tenga unos recursos tan escasos. "Hay que contemplar el tema de las colecciones como un conjunto. En este sentido, las relaciones entre el Prado y el Reina Sofía es una de las prioridades básicas para resolver los problemas del museo", dijo Cortés, quien se apoyó en datos presupuestarios de ambos centros para reafirmar sus declaraciones.