Los jueces piden la apertura de juicio oral contra Andreotti por asociación mafiosa
La magistratura de Palermo pidió ayer, tras un año de investigaciones, la apertura del proceso y del correspondiente juicio oral contra el ex presidente del Gobierno italiano, Giulio Andreotti, que ha defendido en todo momento su inocencia y ha rechazado reiteradamente las acusaciones que se le formulan como el producto de un compló entre mafiosos arrepentidos.La petición judicial contra el todavía senador vitalicio, cuyo, procesamiento ha sido ya autorizado por el Parlamento, se produjo tras una visita a Sicilia -relacionada con una serie de atentados aparentemente mafiosos contra exponentes de la izquierda- del nuevo ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga Norte, en la que éste alabó la tarea de Giancarlo Caselli, el fiscal jefe de Palermo que ha llevado la investigación contra Andreotti.
Alfredo Biondi, ministro de Justicia del Gobierno de Berlusconi, comentó ayer, por su parte, que "la ley debe ser igual para todos" y que "no tiene que haber zonas de impunidad, sino de igualdad".
En cuanto al propio Andreotti, que, tras sufrir dos operaciones casi seguidas de un tumor en la hipófisis y de próstata, parece repuesto y asistió a la sesión de investidura del pasado martes, para votar en contra del Gobierno, dijo ayer que siente "amargura por este asunto envilecedor". Pero también se declaró "satisfecho", porque finalmente podrá defenderse pronto. Su abogado añadió que en este sumario se ha buscado al culpable antes que al delito.
El beso de Riina
Los indicios reunidos sobre las presuntas conexiones con la Mafia de Giulio Andreotti partían fundamentalmente de las declaraciones de varios arrepentidos, que coincidían en señalar contactos precisos del ex primer ministro con mafiosos, realizados durante visitas clandestinas o incluso oficiales a Sicilia, y también en Roma, durante la celebración de un bautizo.Uno de los arrepentidos afirmó que vio cómo Salvatore Totó Riina, el jefe de la Mafia hoy encarcelado, besaba en la mejilla -en signo de reconocimiento de hermandad mafiosa- al ex presidente del Gobierno. Según el presunto testigo, el encuentro se produjo en un piso palermitano de los primos Nino e Ignazio Salvo, dos notables de la Mafia, ambos fallecidos.
Andreotti ha reconocido algunos de estos contactos realizados en público, de los que ha dicho que cuando visitaba oficialmente Sicilia no podía saber si entre la masa que se acercaban a saludarle había o no mafiosos, y ha negado los clandestinos, arguyendo que, dado que iba siempre escoltado, no podía celebrar entrevistas de ese tipo.
En concreto, ha negado encarnizadamente haber conocido jamás a Salvatore Totó Riina ni a los primos Salvo. Los investigadores encontraron luego una foto en la que se ve a Andreotti junto a Ignazio Salvo. El ex primer ministro respondió que había sido tomada en un acto electoral de la Democracia Cristiana (DC), su partido, organizado en un hotel que era propiedad de los Salvo, lo cual explica que uno de ellos le saludara. Andreotti asegura que no tuvo más relación con los primos.
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