La Inspección de Trabajo obliga a Yanko a levantar el cierre patronal

La Inspección de Trabajo ordenó ayer a la dirección de las empresas zapateras que fabrican la marca Yanko en Inca (Mallorca) que levante de manera inmediata el cierre patronal y reanude el lunes su actividad. Yanko emplea a 214 trabajadores de los que casi la mitad, 90, están incluidos en los expedientes de despido.Ayer por la mañana, igual que sucedió el jueves, la totalidad de la plantilla de la factoría central no pudo acceder a su puesto de trabajo. Un inspector laboral fue obstaculizado durante media hora por los vigilantes de seguridad contratados por la empresa desde que se radicalizó el conflicto. Un expediente administrativo abierto a la marca de calzado por supuestas irregularidades muy graves en la normativa puede implicar una sanción de hasta 15 millones de pesetas.

El propietario de Yanko, José Albadalejo, cerró el miércoles las puertas de su empresa cuando el Ministerio de Trabajo rechazó de manera rotunda un nuevo plan de reestructuración de empleo. La propiedad argumentó su decisión de cierre señalando que los sindicatos bloqueaban la actividad productiva. Uno de los portavoces de la marca zapatera advirtió públicamente del posible cierre definitivo.

Suspensión de pagos

Esta empresa lanzó a través de una efectiva campaña de publicidad, a mediados de los setenta, una de las principales marcas de zapatos de calidad de España. Una década atrás, durante los florecientes ochenta, elaboraba un millón de pares de zapatos y daba empleo a 1.000 trabajadores. Ahora mismo se encuentra en suspensión de pagos, con una deuda de 3.000 millones de pesetas y un activo declarado que ronda los 5.000. La propiedad está controlada por José Albadalejo a través de una red de sociedades familiares. En 1993 la marca fabricó 200.000 pares y facturó 1.200 millones de pesetas. Pretenden los propietarios que la mitad del proceso de fabricación de los elementos del calzado se realice fuera de la fábrica, a través de proveedores.En cualquier caso, los portavoces de Yanko insisten en que requieren una inyección urgente de 500 millones de pesetas para poder atender retrasos en el pago de las nóminas -deben un mes completo a toda la plantilla-, refinanciar los créditos y pagar a los suministradores. El Gobierno balear canalizó, meses atrás, una ayuda indirecta de 250 mi llones de pesetas a Yanko para crear una red de comercializa ción internacional, de cara a la conquista del mercado japonés y norteamericanó. El gran endeudamiento, una débil estructura empresarial y, también, la gran competencia del trabajo a bajo coste en los países emergentes orientales son los argumentos aducidos para explicar la crisis.