Los españoles abandonaron el año pasado a 75.000 perros y 150.000 gatos

Ellos nunca lo harían. Los seis años de campana de la Fundación Purina han dado resultado: el número de perros y gatos abandonados en España ha comenzado a disminuir. El año pasado fueron expulsados de casa 75.000 perros y 150.000 gatos, según los datos de la fundación, que presentó ayer en Madrid su informe anual. "Cuando fue creada la fundación, en 1987, esas cifras eran, de unos 150.000 perros y más de 200.000 gatos por año" dijo Javier Mir de la Fuente, patrón delegado de la organización.

El biólogo Javier Castroviejo, presidente de la fundación, subrayó "Este descenso es , una muy buena noticia. Estamos avanzando mucho en sensibilidad en el trato con los animales, pero a los españoles todavía nos quedan muchos tics de indiferente crueldad".La Fundación Purina insiste este año en el lema Él nunca lo haría para su campaña anti abandono. Además, facilita gratuitamente guías sobre todos los hoteles que hay en España que admiten perros y gatos y las residencias abiertas para animales de compañía. Unos 2.000 establecimientos hoteleros no tienen colgado el cartelito de "Perros no".

Los 'mil leches'

En España, comparten casa con las personas alrededor de 3,5 millones de perros y 2,5 millones de gatos. "Los más abundantes son los mestizos, chuchos, perros mil leches-sin raza. Seguidos del pastor alemán, que es el perro preferido en toda Europa. Ya a mucha distancia llegan otras razas, que se ponen de moda según las temporadas. En los noventa están de moda los perros esquimales", indicó Mir.Entre los programas que ha echado a andar la fundación, su gerente, María Dolores Torner, destacó el de rehabilitación de presos toxicómanos, que se sigue en el centro penitenciario de Quatre Camins, en Barcelona, donde un grupo de perros de raza boxer ayudan a desengancharse de la droga a 35 presos.

Otro de los proyectos más interesantes ha sido el de animales de compañía para las personas mayores, al que se han adherido los ayuntamientos de Palma de Mallorca, Barcelona y Madrid. Consiste en dar a los ancianos que lo soliciten perros que han sido abandonados y que, de no encontrar dueño, serían en su gran mayoría sacrificados en las perreras municipales. Por ahora, unos doscientos ancianos de estas tres ciudades se han beneficiado de la idea. "Está comprobado", explicó Mir, "que los animales de compañía son una fuente de salud. Curan el estrés, devuelven la ilusión -a los ancianos y les alargan la vida, ayudan en los procesos de desintoxicación de los adictos a las drogas y de socialización de niños difíciles... En todas estas terapias, los perros más adecuados son los mestizos, porque tienen la sabiduría de la calle". Por otro lado, la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA) presentó ayer en Barcelona un informe sobre lo que sufren los animales en los mataderos españoles. ADDA asegura que, tras estudiar un centenar de centros, han llegado a la conclusión de que España sigue a la cola de la Unión Europea en cuanto a condiciones de salubridad, higiene y trato a los animales destinados al consumo humano.