Los principales monumentos de Aranjuez caben en la habitación de un anciano

Luis Sanz, de 75 años, ha logrado con sólo una lima, un pedazo de lija y un sierra meter Aranjuez (38.200 habitantes) en su casa. Tras la muerte de su esposa, hace 18 años, Sanz se encerró en su vivienda y empezó a reconstruir, a pequeña escala, los más importantes monumentos de esta localidad. "Sólo utilizo materiales que me encuentro por la calle: maderitas, palillos, papeles .... Nunca he recibido ayuda de nadie, ni siquiera del Ayuntamiento. Mi única ilusión es que un establecimiento comercial exponga en sus vitrinas mis trabajos. Con eso me conformo".

Luis Sanz se emociona cuando habla de su mujer. "Para evitar la soledad comencé con esta afición. En estos años ya he hecho 32 maquetas". Para crearlas, utiliza unas rudimentarias herramientas que guarda en una caja de cartón. Partiendo de fotografías y de visitas a los monumentos, ha reconstruido, entre otros, el Palacio Real de Aranjuez, la plaza de toros, el campo de fútbol y el Ayuntamiento. "Tengo decenas de fotografías y postales de los principales edificios de la localidad. También suelo visitarlos asiduamente. Puedo pasar varias horas grabándolos en mi mente", matiza.No se puede calcular las horas que Sanz emplea para concluir una maqueta. "Trabajo un mínimo de seis horas diarias y tardo muchos meses. Cada monumento tiene su propia vida", comenta. Los materiales utilizados tienen diversas procedencias. Las campanas del Ayuntamiento de Aranjuez, por ejemplo, están fabricadas con un sonajero. "Aprovecho todo. Las estatuas del palacio son soldaditos de plástico que compré a un pipero. Las rejas de las casas están fabricadas con la malla de una caja de fruta". Cuando acaba su obra, la pinta y barniza. "Y no se nota nada del material con el que están hechas". En la modesta casa del artesano, cada armario guarda material de construcción. "Recejo material en los contenedores. Mi pensión es pequeña y no me llega para comprar madera".Este jubilado, que durante varias décadas trabajó como tramoyista en el teatro de la localidad, guarda orgulloso un secreto. "Hace algún tiempo se montó un homenaje en el Gran Teatro de Aranjuez al maestro Rodrigo. En el vestíbulo se colocaron objetos relacionados con la vida del compositor. Yo, sin permiso [se ruboriza], coloqué mi maqueta del Palacio Real. Quería que alguien la viese. Cuando la reina Sofía pasó junto a ella se quedó mirándola detenidamente. En ese momento, fui un hombre muy feliz", recuerda emocionado.

"No meto ruido"

Luis Sanz asegura que su afición no molesta a sus vecinos. "Como no meto ruido, nadie se entera que estoy trabajando", relata. "Mis amigos saben que hago esto por afición, aunque ya he vendido dos de mis trabajos a unos comerciantes que me caen bien. El precio nunca es un problema", alega.Sanz trabaja actualmente dando los últimos retoques al colegio donde estudia uno de sus nietos. "Me ha quedado bien, aunque me gustaría mejorar mi técnica. Sé que hay profesionales de los que estaría dispuesto a recibir clases", dice.

El anciano no desea ayuda para continuar sus trabajos, "aunque me duele bastante que el Ayuntamiento nunca me haya recibido ni prestado atención. Yo sólo quería que el concejal de Cultura viniese a ver mis trabajos, No creo que sea mucho para una persona que ha dedicado 18 años de su vida a construir Aranjuez".