El Reino Unido da el primer paso para que su policía pueda ir armada

Los días de la tradicional policía británica desarmada están contados. Después de una larga batalla entre partidarios de la tradición y partidarios de la seguridad, el responsable de la Policía Metropolitana d e Londres, Paul Condon, anunció ayer con satisfacción que a partir de ahora los miembros de las patrullas de vigilancia de la capital del Reino Unido podrán llevar colgando del cinturón el revólver Smith and Wesson, del 38.La medida no afecta a los pacíficos bobbys, pero a nadie se le escapa que constituye tan sólo el primer paso para acabar con una larga tradición británica de policía ciudadana. Hasta ahora sólo seis vehículos patrulla funcionaban en este servicio de vigilancia especial, pero únicamente estaban autorizados a llevar las armas en el interior del coche, en un departamento cerrado. Usar la pistola exigía una autorización expresa. Desde ahora su uso será discrecional por parte de cada oficial. Aparte de estas pequeñas dotaciones especiales, sólo la policía de aeropuertos y los miembros de los servicios de seguridad diplomática estaban autorizados a llevar armas en el Reino Unido. "Todos valoramos mucho la imagen tradicional de los bobbys pero tenemos que manejarnos en el mundo real", declaró ayer Condon. "Después de haber visto morir a dos oficiales a manos de delincuentes, otros dos resultar heridos y varios más apuñalados en los últimos meses, no puedo pedirles que intenten desempeñar su trabajo sin una protección adecuada".

De momento, el número de patrullas especiales se ha duplicado, pasando de seis a doce, con no menos de 36 policías armados circulando a la vez por las, cada vez más peligrosas, calles de Londres.