Una gran balsa llamada Cuba
Artistas cubanos exponen obras críticas y denuncian el drama migratorio de su país en la V Bienal de La Habana
El héroe nacional de Cuba, José Martí, tiene dos alas en las orejas que son dos banderas cubanas con las que está a punto de empezar a volar. El mapa de Cuba es una gigantesca balsa de remos como las que emplean los cubanos para llegar a Miami. Una pionera comunista, una pareja de ancianos y un señor de guayabera miran al cielo con tristeza desde el malecón de La Habana. El mar está sembrado de esqueletos y en el interior de una maleta se ve un avión en el que viajan un turista y una joven jinetera. Un indio cubano limpia un coche americano y consignas de "socialismo o muerte" se mezclan con vallas verdes de Luciano Benetton. Hay frases de Fidel Castro y un Cadillac El Dorado de 1953. "Aquí no se rinde nadie". American Express. "Al pasado no regresaremos jamás", pero USD,USD,USD.¿Es esto arte disidente? ¿Son críticas y burlas a imágenes sagradas de la revolución,- o quizás reflexiones toleradas sobre una realidad incuestionable? ¿Se han vuelto locos los artistas cubanos, o acaso en la isla se ha abierto un espacio sólido para la crítica? Todas estas imágenes y preguntas hasta hace poco tiempo inverosímiles tienen razón de ser en Cuba desde que el pasado 6 de mayo se inauguró la V Bienal de La Habana.
La Bienal, que concluye hoy, ha sido todo un acontecimiento. Cerca de 150 artistas de América Latina, Asia y África se han reunido en la capital cubana para participar en el encuentro, que quiere ser una rampa de lanzamiento del arte del Tercer Mundo. Junto a pintores, arquitectos y escultores, han viajado a La Habana p'ersonalidades como el curador de la Bienal de Sâo Paulo, Nelson Aguilar; el director de la revista Art News, Milton Esterow; la directora del Museo Nacional de Arte Reina Sofía, María Corral, o el promotor norteamericano Alex Rosemberg, quien fue representante de artistas como Dalí y Henry Moore.
Todos ellos han coincidido en que el nivel de la Bienal ha sido alto, y más aún en que los auténticos protagonistas de la cita han sido los creadores cubanos. Algunos, como Alexis Leyva (Kcho) y Antonio Eligio Fernández (Tonel), han triunfado con obras audaces y críticas. Kcho participó con Regata, una obra dura y desgarradora que alude a la diáspora y al drama migratorio de los cubanos que intentan llegar a Míami cruzando el estrecho de la Florida. Regata se expuso en el Castillo de los Tres Reyes del Morro, símbolo de La Habana, como parte de la exposición Tocar la otra orilla, y es una pieza compuesta por una interminable procesión de esquifes, zapatos viejos, neumáticos, planchas, cajas de cartón, corchos, cajas de chocolates para turistas, velas y, en definitiva, de todo lo que se valen los cubanos para salir de la isla tras el paraíso norteamericano.
Para elaborar la obra, Kcho utilizó los objetos, materiales y maderas que recalan en la costa de La Habana. Así, hay zapatos y jugetes de niños, carnes de identidad, pistolas de plástico y otros objetos testimoniales que, según su autor, intentan "mover a una reflexión sobre el fenómeno de la emigración", sobre el "acto de creación de una embarcación, de un objeto que funcione, que flote y sirva para salir del país". Leyva asegura que se trata de una obra "dramática y dolorosa". "Por un lado, los pensamientos de migración en Cuba son cotidianos, porque los cubanos no tienen derecho a viajar, bien por problemas económicos o de otro tipo, y por otro, en Estados Unidos no dan visados a los cubanos que quieren emigrar legalmemente% dice Leyva, recordando que él mismo vivió esta situación en julio de 3993, cuando fue invitado por la Fundación ART OMI a Nueva York y las autoridades migratorias norteamericanas le impidieron viajar.
Regata viajará a Sáo Paulo en octubre de este año junto a una estructura de otro autor cubano, Tonel, que también alude a la necesidad de los cubanos de romper los muros de la ideología y situar al individuo por encima de los conflictos o intereses políticos. Según declaró a este diario el responsable de la Bienal de Sáo Paulo, Nelson Aguilar, ambas obras han sido seleccionadas "por su búsqueda y sensación de libertad".
Intercambios
María Corral también se declaró interesada por la obra de Kcho, que será exhibida en el Museo Reina Sofía dentro de la exposición colectiva Cosido y crudo, entre el 14 de diciembre y el 29 de febrero del año próximo. Durante su estancia en La Habana en el marco de la Bienal, la directora del Reina Sofía firmó un convenío de colaboración con el Institu to de Restauración de La Habana, cuyo objetivo es brindar asesoramiento y ayuda material para el estudio y la investigación de la obra de Wilfredo Lam. Según este acuerdo, se realizará un intercambio de técnicos de pintura y restauración españoles y cubanos, que viajarán periódicamente a Madrid y La Habana, y se facilitarán al Centro Wilfredo Lam los aparatos, productos químicos, rayos X y demás suministros necesarios para investigar y restaurar la obra de Lam, lo que sin esta ayuda no podría realizarse, debido a la crisis.
Babelia
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