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Brutal agresión de ultraderechistas a refugiados en Alemania

Decenas de ultraderechistas alcoholizados, la mayoría con las cabezas rapadas, atacaron a unos asilados africanos en Magdeburgo, capital del Estado federado de Sajonia-Anhalt, y convirtieron la ciudad en escenario de una batalla campal, que se inició a primera hora de la tarde y se prolongó hasta avanzada la noche del jueves.Al final, todo se quedó en cinco heridos graves y 49 ultraderechistas detenidos, de los que dos tendrán que, responder ante la justicia por sus antecedentes. No parece demasiado, pero sobre todo queda el mal sabor de boca y las imágenes de la televisión que mostraron el vandalismo de las hordas de ultras borrachos dedicados a destrozar todo lo que encontraban a su paso al grito de "¡Alemania para los alemanes, fuera extranjeros!"

Todo empezó en la tarde del jueves, festividad en Alemania, que celebraba el Día del Padre. Un centenar de jóvenes ultras se lanzaron contra dos africanos que tomaban café en un local. Magdeburgo es una ciudad de apenas 300.000 habitantes, situada en la antigua República Demócratica Alemana, donde se han producido tras la caída del muro de Berlín los mayores brotes de neonazismo y xenofobia.

Un testigo de los incidentes del jueves explicó: "De repente, apareció una horda de unos 40, armados con cadenas y algunas navajas. Uno llevaba incluso una barra de hierro". Estos individuos se lanzaron contra los africanos, que se refugiaron en un café, que quedó demolido ante la furia de los ultras. Por el suelo de la calle se veían huellas de sangre. Un grupo de unos 30 trabajadores turcos acudió en defensa de los africanos y se enfrentó a los ultras. Después llegó la policía, que se mostró sorprendida de lo ocurrido y quedó desbordada por completo.

La batalla campal continuó entre ultras y policías, hasta las 22.00 horas, cuando en Magdeburgo quedó restablecida la calma. Los gamberros que iniciaron la pelea recibieron a lo largo de la tarde apoyo de unos 150 individuos de Magdeburgo que se identificaron con ellos. Dos alemanes resultaron heridos con navajas y un africano recibió tal paliza que tuvo que ser internado en el hospital.

Los políticos han reaccionado con indignación ante lo ocurrido. El presidente de Gobierno de Sajonia-Anhalt, el democristiano Christoph Bergner, se mostró partidario de que el Estado de derecho actúe con mayor dureza ante los que provocan tales incidentes, "igual si tienen motivación política que si se trata de alborotadores borrachos". La decisión de dejar a los detenidos en libertad, salvo dos que tenían antecedentes, ha sido criticada.

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