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Irán rompe el embargo de la ONU y envía armas a los musulmanes de Bosnia

Un avión de transporte de la Fuerza Aérea iraní descargó la semana pasada, en el aeropuerto de Zagreb, un mínimo de 60 toneladas de explosivos y otros materiales para la producción de armas con destino a las fuerzas militares croatas y de Bosnia, según han confirmado fuentes diplomáticas occidentales y militares bosnias. La llegada de este material es una clara violación del embargo de armas impuesto por la ONU a la antigua Yugoslavia.

El Boeing 747 aterrizó el 4 de mayo en el aeropuerto de la capital croata con 40 contenedores declarados como "ayuda humanitaria" dos días antes de la visita a Croacia y Bosnia del ministro iraní de Exteriores, Alí Akbar Velayati, quien entregó al presidente bosnio, Alia Izetbegovic, un cheque de un millón de dólares y un vale para 10.000 toneladas de combustible. La carga del avión contenía explosivos, detonadores y elementos para la fabricación de morteros y municiones.Tras la reunión mantenida con el jefe de la diplomacia iraní, Izetbegovic agradeció implícitamente el apoyo militar de Teherán. "Aunque ahora no puedo darles más detalles", dijo el presidente bosnio a los periodistas, "tenemos que comprender que nuestra lucha por la libertad... tendría menos éxito sin Irán y su ayuda". '

Tras el acuerdo entre las fuerzas croatas y musulmanas de Bosnia para crear una federación, diversos oficiales de la ONU coinciden en que el embargo de armas está a punto de hacer aguas. En las últimas semanas las fuerzas bosnias han recibido a través de canales desconocidos fusiles de asalto de fabricación brasileña y armamento anticarro chileno.

Según declararon testigos presenciales, tras aterrizar en Zagreb el avión iraní fue inmediatamente rodeado por fuerzas del Ministerio del Interior croata. El aparato fue descargado rápidamente y la carga fue transportada en camiones hacia la costa adriática. Desde allí, el material militar se trasladó en un convoy del Gobierno de Sarajevo hacia Bosnia central. Fuentes militares bosnias aseguraron que los musulmanes se quedaron con dos tercios del cargamento y los croatas, el tercio restante. "Es el primer convoy militar que nos llega al más alto nivel desde el comienzo de la guerra", declaró una fuente militar bosnia relacionada con el trato. "Esperamos que lleguen más", añadió.

Diplomacia unida

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En el terreno diplomático, los ministros de Asuntos Exteriores del denominado grupo de contacto, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido, a los que se unió el resto de la troika comunitaria, Grecia y Bélgica, pidieron ayer en Ginebra a serbios y musulmanes que cesen las hostilidades "inmediatamente" en Bosnia-Herzegovina, al menos durante un periodo inicial de cuatro meses, que permitirá proseguir las negociaciones basadas en el plan de acción de la Unión Europea (UE), por el que se otorga el 51% del territorio a la federación croato-musulmana y el 49% restante a los serbios, informa Ana Fernández.

Calificado por el canciller británico, Douglas Hurd, de "frágil e incompleto", este acuerdo es de gran relevancia porque, por primera vez desde el inicio de la guerra, todas las potencias que han tomado parte en el proceso de paz se han sentado a la misma mesa y han adoptado una posición conjunta. "Hasta ahora", admitió Hurd, "nuestro problema había sido la división, entre la UE y EE UU, entre Rusia y Occidente, y entre la OTAN y la ONU. Hemos cumplido el objetivo más importante de esta reunión: el apoyo a una diplomacia unida".

El resultado de más de cinco horas de negociaciones en la misión de EE UU ante la ONU, es sin duda un equilibrio de concesiones de unos y otros. Por un lado, musulmanes y croatas van a perder el 7% del territorio que, bajo los auspicios de EE UU, habían negociado para la nueva federación en Viena, para volver a lo que les otorgaba el plan de la UE acordado el pasado mes de diciembre. Hoy estaba prevista la firma de dicho acuerdo en la misión estadounidense, pero al final todo ha quedado en una simple "ceremonia de celebración", a la que, según el embajador de Bosnia-Herzegovina ante la ONU, Mohamed Sacirbey, acudirán para tomar "el té o el café".

Este plan deberá empezar a funcionar en menos de dos semanas, de lo contrario los siete países están dispuestos a mantener la presión política, porque la militar está descartada.

Sobre el terreno se repiten las provocaciones. Un portavoz de las Fuerzas de Protección de la ONU (Unprofor) en la antigua Yugoslavia denunció ayer que milicianos serbios desarmaron y amenzaron a un grupo de seis ingenieros que viajaban desde Sarajevo hacia Gorazde, en Bosnia oriental. Los serbios robaron las armas de los funcionarios de la ONU, les obligaron a firmar una declaración en la que asumían la responsabilidad de agredir a la brigada serbia de Rogatica y luego les permitieron seguir su camino.

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