Bossi advierte que el Gabinete sólo durará si actúa

"Es un Gobierno que si actúa durará. Pero si no...", comentó ayer Umberto Bossi, el líder de la Liga Norte y fuente de los problemas de Silvio Berlusconi en las negociaciones para la formación del nuevo Gobierno italiano, que ayer prestó juramento ante el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro.

Bossi y Maroni fueron los únicos que se saltaron el protocolo del traje oscuro en la ceremonia de jura del Gobierno, celebrada a las 11 de la mañana de ayer, en un acto en el que el líder de la Liga Norte participó como simple acompañate. Bossi aprovechó la ocasión para besarse y abrazarse ante las cámaras con Berlusconi, el aliado frente al que ha mantenido una bronca batalla, que seguramente no ha terminado, para que la personalidad autónoma de su Liga no se diluya en el ciclón publicitario de este político-empresario que ya ha iniciado una nueva campaña como cabeza de lista de Forza Italia a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 12 de junio.

Entre los ministros del nuevo Gabinete, Maroni, un liguista moderado que tiene buenas relaciones en la izquierda, la derecha y el centro, no es un ministro especialmente criticado. Los diarios y los políticos airean más bien las ínfulas antieuropeas del ministro de Exteriores, Antonio Martino, un economista de la Escuela de Chicago más thatcheriano frente a la Unión Europea que la propia Margaret Thatcher.

En el país donde sólo la gran industria ha dado grandes personalidades, tampoco entusiasma demasiado que el nuevo ministro del ramo sea el pequeño empresario de la Liga Vito Gnutti.

Los verdes denuncian que el nuevo ministro del Medio Ambiente, Altero Matteoli, además de neofascista es un nuclearista convencido. Y gran parte de la opinión pública, respira con alivio porque Silvio Berlusconi haya renunciado a colocar en el Ministerio de Justicia a Cesare Previti, el abogado de su grupo empresarial, Fininvest.