Las fuerzas sudistas de Yemen resisten el ataque de las tropas del Norte
El mando militar del sur de Yemen anunció ayer que sus fuerzas, con el apoyo de la aviación y de la marina, han logrado hacer retroceder a las tropas nordistas que el sábado amenazaban con cercar Adén, la antigua capital de Yemen del Sur y el principal puerto del país. Fuentes diplomáticas e independientes confirmaron la existencia de duros combates en los alrededores de Zingibar, a 30 kilómetros de Adén, donde tiene su base la brigada norteña de Amaliqa. "Los sudistas están lejos de ser derrotados", declaró ayer el secretario de Estado adjunto norteamericano piara Oriente Próximo, Robert Pelletreau, quien el día anterior confirmó el avance de los nordistas hacia el sur.
Pelletreau señaló que los últimos informes indicaban que las dos unidades nordistas que trataban de avanzar hacia Adén no habían logrado su objetivo. Testigos presenciales aseguran que en la madrugada despegaron alrededor de 30 aviones del aeropuerto de Adén con dirección a la provincia de Abyan, donde se encuentra la base de Zingibar, a la que se trasladaron las tropas nordistas tras la reunificación del país en mayo de 1990.Por el contrario, la agencia oficial de noticias yemení, con sede en Saná, la capital del país y antigua capital de Yemen del Norte, aseguraba anoche que los combates llegan ya a las mismas puertas de Adén, "que puede caer en las próximas horas". La agencia afirmaba también que una de los dos bases aéreas del sur, la de Al Anad, a unos 50 kilómetros de Adén, se encuentra ya en poder de las "fuerzas gubernamentales". A su vez Radio Saná, captada en Qatar, lanzó un llama miento a los habitantes del sur del país en el que les indica que las tropas nordistas van a tomar Adén y sus alrededores para reunificar el país. La radio instó a la población a "apoyar a las fuerzas unitarias y legítimas" del país. En Saná, sin embargo, la situación es relativamente tranquila, aunque ayer cayeron al menos cinco misiles Scud.
'Matrimonio de compromiso'
El Consejo de Cooperación del Golfo, que engloba a los ricos emiratos petroleros y a Arabia Saudí, instó ayer a las partes en conflicto en Yemen a solucionar sus diferencias por la vía negociadora. Pero después de meses de disputas y escaramuzas y de que diversos países árabes mediaran para evitar el derramamiento de sangre que ahora vive el país, es dificil imaginar que la crisis pueda saldarse con facilidad, a pesar de que fueron precisamente el presidente Alí Abdulá Salé, como dirigente de Yemen del Norte, y el vicepresidente Alí Salem al Baid -por Yemen del Sur- los que de forma voluntaria acordaron este matrimonio de compromiso, realizado en mayo de 1990.Diversos analistas consideran que el intento de Salé de imponer sus criterios por la fuerzas puede saldarse con una victoria temporal, pero aseguran que no ganará la guerra. Las fuerzas nordistas son más numerosas -36.500 hombres- pero las sudistas -28.500- no están dispuestas a someterse a la voluntad de Salé, un dictador conservador que dirigió Yemen del Norte con mano de hierro durante 13 años. Además, ambos Ejércitos cuentan con unos medios militares y un armamento muy similares.
Los analistas consideran que el pasado dictatorial de Salé ha hecho que le pareciera insoportable el compartir el poder con alguien al que siempre ha detestado. De ahí, su intento de borrar de un plumazo al Partido Socialista de Yemen, que lidera Al Baid.
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