Aznar invita a los ciudadanos a ejercer la censura en las urnas el 12 de junio

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, descartó ayer de nuevo la presentación de una moción de censura en este momento y responsabilizó a Jordi Pujol, Xabier Arzalluz y Julio Anguita, líderes de CiU, PNV e IU, respectivamente, de impedir con su actitud un cambio de Gobierno. Aznar dio a entender que la censura la deben ejercer los ciudadanos en las urnas el próximo 12 de junio, en las elecciones europeas y andaluzas.

Hasta seis veces explicó el líder del PP por qué a su juicio él no debe presentar una moción de censura contra un Gobierno al que considera más debilitado que nunca y condenado a la "inestabilidad permanente" por la negativa de su presidente, Felipe González, a dimitir. Frente al acoso insistente de las preguntas, respondió una y otra vez que Pujol, Arzalluz y Anguita "han manifestado expresamente que no están dispuestos a apoyar la moción de censura"."Pregúntenles a ellos por qué. No estoy aquí para hacer brindis inútiles al sol ni para realizar -divertimentos", añadió. "Una moción de censura que no va a tener apoyo suficiente puede generar frustración en muchos españoles que desean el cambio. La gente lo que desea son salidas a la situación del país".

Aznar se declaró dispuesto a actuar en el Parlamento contra el Gobierno en cuanto los líderes citados le den pie y dijo que no comprende las razones por las que CiU y Pujol mantienen su apoyo al Ejecutivo, igual que muchos de sus electores "que han hablado con nosotros". Luego dio a entender que pueden existir ventajas ocultas. "Quizá en unos meses nos enteremos de las razones", aventuró.

Mientras tanto, los populares apuestan por convertir el descontento y el deterioro del Ejecutivo en una victoria electoral propia, que les otorgue mayor peso y les permita presentarse como eje de la vida política en un futuro inmediato. Para la dirección del PP, un desgaste en las urnas de los nacionalistas que apoyan el Gobierno es la única posibilidad de romper su negativa a pactar con el mayor partido de la oposición decisiones que den paso al cambio político.

. "El 12 de junio tienen una oportunidad los ciudadanos españoles", dijo Aznar. "Yo espero por el bien del país y sus instituciones que la aprovechen *para abrir un nuevo camino". Formalmente, el PP va a mantener el criterio de que las europeas y andaluzas no son ni la segunda vuelta de las pasadas generales ni la primera vuelta de las próximas, según fórmula consagrada por su presidente hace meses.

Pero en la práctica va incrementando su optimismo y ahora considera segura' la victoria en las europeas y la pérdida de la mayoría absoluta del PSOE en Andalucía, la mayor reserva electoral, junto con Extremadura, de Felipe González. El propio Aznar dejó ayer todas las puertas abiertas a futuras estrategias, al responder a la pregunta de si piensa reclamar elecciones anticipadas en caso de que su partido adelante a los socialistas el 12 de junio. "Pregúntenmelo el día 13", dijo.

Incluso respecto a las posibilidades de diálogo con el Gobierno cuya cabeza quiere ver rodar, el presidente del Partido Popular aseguró que mantendrá una actitud abierta, no sin acusar a González de mentir, incumplir la palabra dada y boicotear el diálogo.

Como prueba relató que a su regreso de Marruecos, el pasado' 24 de marzo, telefoneó a La Moncloa para ofrecer al jefe del E ecutivo información detallada sobre las entrevistas que había mantenido con el jefe del Estado, el rey Hassan II, y con varios miembros del Gobierno. "González me dijo que se iba a retirar dos días a descansar y que luego me telefonearía para que habláramos. Todavía estoy esperando", aseguró.

A la espera de la comparecencia del presidente del Ejecutivo en el Congreso de los Diputados el próximo miércoles, Aznar adelantó algunos de los argumentos que empleará para reiterar su petición de dimisión, en la que ayer insistió en una decena de ocasiones durante hora y media de conferencia de prensa.

González, según su adversario político, es "un rehén en La Moncloa, a merced de acontecimientos que no es capaz de controlar", y su negativa a ceder la jefatura del Ejecutivo a otro socialista no comprometido con el clima de corrupción demuestra que no tiene "ni el mínimo sentido de Estado".

Las imputaciones del propio interesado, que el día anterior atribuyó intenciones espurias a los que piden su renuncia al cargo, la respondió Aznar con una letanía de ejemplos, desde Richard Nixon -"al lado de lo que pasa en España el Watergate era una broma"- hasta Adolfo Suárez, que al dejar el cargo, dijo, demostraron "más grandeza personal".