El PIB creció en torno al 1% en el primer trimestre, según Economía

La economía española ha dejado atrás las tasas de crecimiento negativas. Así lo afirma el Ministerio de Economía en su informe de coyuntura mensual, donde estima que el producto interior bruto (PIB) del primer trimestre de este año ha crecido un 1% con respecto al trimestre anterior. Este aumento permite anticipar que la tasa de crecimiento interanual (que compara trimestres iguales) superará el 1 %, con lo que pasa a ser positiva por primera vez después de cinco trimestres con signo negativo.

Esta favorable evolución, que ha permitido desacelerar la caída del empleo, no modifica la previsión de crecimiento del PIB para el conjunto del año, que Economía mantiene en el 1,3%, por encima de lo que pronostican otros organismos internacionales, como el 1% del Fondo Monetario Internacional o el 0,8% previsto por la OCIDE.

El Ministerio apunta, además, que los riesgos que pueden impedir alcanzar esta tasa del 1,3%, como la posibilidad de que la recuperación de la demanda nacional sea más lenta de lo previsto, "se compensan en estos momentos con una posible aportación del saldo exterior, como consecuencia de un mayor ritmo de crecimiento de las exportaciones".

Tira la demanda externa

La demanda externa es la base de la recuperación que está experimentando la economía. "Tras aportar 2,9 puntos al crecimiento del PIB en 1993, el sector exterior continúa siendo el más dinárnico". En el informe se advierte, no obstante, del cambio de tendencia de las importaciones, "que vuelven a mostrar tasas de crecimiento importantes", aunque también se destaca que las exportaciones registran una aceleración respecto a las ya elevadas tasas de los meses anteriores. En este sentido, Economía destaca que la corrección del déficit exterior está siendo mas rápida de lo esperado". Y añade: "Para 1994, dicho saldo podría situarse cercano al equilibrio".Hay dos cuestiones que enturbian este panorama más halagüeño: una inflación que se resiste a bajar del 5% y unos tipos de interés a largo plazo más altos de lo previsto por las tensiones en los mercados de deuda. "Los progresos en el frente inflacionista no son suficientes, a pesar de haber alcanzado niveles históricos bajos", señala Economía, aunque cree que los precios cederán a medida que los efectos de la depreciación de la peseta se atenúan y se desaceleran los costes laborales. Además, no se espera un ritmo de recuperación del consumo lo suficientemente intenso como para presionar la inflación.