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Reportaje:

La ruta de los chalés

Un recorrido por las colonias veraniegas de la comunidad con parada en sus iglesias

Ya es casualidad que las canteras más fecundas de la región correspondan a dos Colmenares: Colmenar de Oreja y Colmenar Viejo. De las entrañas del primero emergieron Cibeles y Neptuno. De las del segundo, una iglesia que es como un faro gótico para navegantes por estos repechos inaugurales del Guadarrama. Bueno, una iglesia y varios miles de chalés, señal de que las devociones festivas cambian, pero la piedra berroqueña dura y dura y dura...Asediado desde su flanco sur -el que mira a Madrid, cómo no- por impacientes urbanizaciones, Colmenar Viejo es hoy, más que nunca, el "lugar grueso e populoso" que le valió el título de villa en tiempos de Fernando el Católico (1504). Por aquel entonces se asentó aquí un grupete de canteros provinientes del norte de España, fans todos de Juan Guas (monasterio de El Paular, castillo de Manzanares), que serían los ejecutores de un vasto templo de tres amplias naves con monumental torre.

Quien visite la iglesia de la Asunción, que así se llama, incurrirá en pecado de los gordos de no fijarse en sus tres máximos logros. El primero es una torre campañera -exornada de molduras, bolas, gárgolas y pináculos- del estilo de las de Torrelaguna y Guadalix. El segundo, la puerta norte, con Piedad esculpida en el tímpano y escudos de los Mendoza. Y, por último, el retablo mayor, renacentista. Lástima que se halle oculto por obras de restauración.

Colmenar tiene cigüeñas -docenas de ellas' , notables asadores, una capilla de estilo gótico isabelino -la de Santa Ana- y dos ermitas: la de la Soledad y, cinco kilómetros al norte, la de los Remedios. Una carretera local -tan hermosa como enrevesada- conduce, a través de encinares y jarales de aroma pegajoso, hasta Hoyo de Manzanares, enclave de casitas dominicales por excelencia. Puede que la localidad haya vivido siglos de prosperidad e infortunio, pero lo cierto es que parece como si la hubieran levantado ayer. La plaza Mayor es de una limpidez tal que sólo le falta un envoltorio de celofán. Lo mismo ocurre con la Iglesia del Rosario: para creer que es barroca se precisa un acto de fe. Y a mediodía, el Vagón de Beni invita a los gourmets a un antañón coche-restaurante aparcado en una estación de juguete.

La siguiente población en el camino es Torrelodones. Evidencias hay de que fue fundada por los árabes. Su nombre -asegura la tradición- le viene de la torre de los Lodones, la misma que todavía se conserva del otro lado de la carretera de La Coruña. Es la única torre que queda en pie, aunque muy restaurada, del castillo de don Tirso Lodón, a quien el rey Alfonso VI recompensó con la villa por sus hazañas en la conquista de Madrid y Toledo.

Torrelodones depara, además, la sorpresa de la iglesia gótico-mudéjar de la Asunción, así como de la modernista Casa del Pico, que fue propiedad de los Maura -aquí solía venir a pintar y murió, en 1925, el político don Antonio- y hoy lo es de la familia Franco.

El último pueblo de esta ruta por las colonias veraniegas es Galapagar. Ubicado en la cuenca media del Guadarrama, a este lugar, repoblado por segovianos en 1268, lo llamaron así por las muchas tortugas que en él se hallaron. Galapagar tiene iglesia de tres naves con una fantástica portada.

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Al calor de la fiesta

Dónde. Colmenar Viejo, punto de partida de la excursión, está a 31 kilómetros de Madrid por la autovía M-607. Dadas las características de la ruta, la mejor opción para cubrirla es el coche. No obstante, hasta el mismo Cohnenar hay tren de cercanías y autobuses. Información, en el Consorcio de Transportes, teléfono 580 19 80.

Cuándo. Conviene no dejar la visita para muy entrado el verano, porque aquí el sol pega de lo lindo. Ninguna época como finales de agosto, cuando se celebran en Colmenar las fiestas en honor de la Virgen de los Remedios, con procesión, toros, concursos y bailes.

Quién. En los ayuntamientos de las respectivas localidades siempre hallaremos quien nos proporcione información adecuada. Colmenar Vicio, teléfono 845 00 53. Hoyo de Manzanares, teléfono 856 60 04. Torrelodones, teléfono 859 13 11. Y, por último, Galapagar, teléfono 858 00 51.

Cuánto. Lo que queramos en el almuerzo. Asequible: Casa Chaqueta, en Hoyo de Manzanares (Mayor, 7; teléfono 856 60 95). Medio: Las Vegas, en Colmenar (carretera de Guadalix, kilómetro 1; teléfono 845 41 77). Precio un tanto carifio: La Retranka, en Galapagar (carretera de Las Rozas-El Escorial, kilómetro 15,5; teléfono 858 02 44).

Y qué más Adquirir cerámica de Colmenar, en Sombrerillo, 15.

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