"Quiero romper con el ciclo de víctimas"
Algunos de los pioneros que en la primera mitad de los sesenta marcaron el rumbo de lo que después sería la cultura del rock, se dejaron la piel en el empeño. La película Backbeat, que se estrena hoy, cuenta la historia de Stuart Sutcliffe, el quinto beatle, un artista polifacético que falleció antes de que el grupo alcanzara la fama. Sheryl Lee, la actriz americana que interpretó el papel de Laura Palmer en 'Twin Peaks', encarna a Astrid Kirchherr, la fotógrafa alemana que robó el corazón de Stu.
Todavía la identifican con Laura Palmer, la principal víctima de Twin Peaks, la popular y controvertida serie del realizador americano David Lynch. Pero Sheryl Lee, estadounidense de 27 años, protagonista de Backbeat quiere demostrar que le quedan aspectos de su personalidad por explorar a través de la pantalla.
P. En Backbeat, la película sobre los primeros años de los Beatles, representa a la fotógrafa alemana Astrid Kirchherr, que determina e influye en la trayectoria artística del grupo. ¿Qué le atrajo del papel?
R. Lo escogí porque era muy diferente a los papeles que he interpretado hasta la fecha. He leído todos los guiones de víctimas que circulan por Los Ángeles. Existe una tendencia en Hollywood a ofrecer el mismo tipo de personajes una y otra vez. Tenía que romper el círculo, porque ellos no lo iban a hacer. Pero además me sentí fascinada por esta mujer tan fuerte e inteligente. Astrid, con quien conversé largamente en Hamburgo, es una artista visual. Una persona privada, sutil y tranquila. Como americana, me asustaba representar a una mujer europea, pero ella se mostró muy abierta y compasiva. Compartió conmigo aspectos muy personales de su vida. Me explicó cómo se desarrolló su juventud, su relación con Stuart (bajista original de los Beatles) y el resto del grupo.
P. ¿Volvería a ser la víctima en otra película?
R. El proceso de exploración de mundos diversos al mío es lo que me fascina del cine; por eso quiero interpretar diferentes papeles. Me matan en uno de mis próximos proyectos. Una actriz regresa a su ciudad a reflexionar sobre su vida, y la gente la trata de una forma distinta, a pesar de que ella no ha cambiado. Un admirador piensa que la actriz le pertenece, se obsesiona con ella y la mata. Soy una víctima, es cierto, pero una víctima diferente. La película se centra en la relación entre las celebridades y la audiencia, un tema poco explorado en el cine. Existen similitudes entre este personaje y mi propia vida. Es el espejismo que los medios de comunicación crean en torno a la gente.
P. ¿Se ha sentido amenazada por sus admiradores?
R. La gente piensa que por haber escogido una profesión tan pública les debes más que la energía que vuelcas en las películas. Si no les mandas una fotografía o contestas a su correspondencia inmediatemente, se enfurecen más y más en sus próximas cartas. Una persona me amenazó con matarse. Nadie quiere vivir con esta carga. He tenido que reajustar mi vida desde que vivo en Los Ángeles y me dedico a este negocio. Tengo que tener cuidado con quién salgo, no puedo dejar que mi pareja me lleve a casa a la primera o segunda noche de conocerle. A veces me gustaría expresarme artísticamente en un campo más privado, como la pintura o la escultura, que la industria cinematográfica. Sé que he perdido parte de mi libertad, pero me encanta la interpretación y me divierte actuar.
Pregunta. ¿Qué supuso su aparición en Twin Peaks, una serie de televisión que se ha visto en todo el mundo?
Respuesta. Twin Peaks me parece algo del pasado, como si se tratara de una vida diferente. ¡Hace tanto tiempo que terminamos todos los rodajes! Pero siempre lo recordaré como un momento apasionante de mi vida. Me abrió varias puertas en cuanto a la orientación de mi carrera profesional. Yo era prácticamente una desconocida y aprecio enormemente la oportunidad que me ofreció David Lynch.
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