Bruselas 'roba' a España el proyecto más emblemático de ayuda electoral
Deseosa de estar asociada a la puesta en marcha de la paz, pero consciente de sus limitaciones presupuestarias, la diplomacia española ha intentado costear proyectos emblemáticos de cooperación con la incipiente autonomía palestina en Gaza y Jericó. No siempre está teniendo suerte.
A petición del líder de la OLP, Yasir Arafat, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) aceptó financiar en otoño la remodelación del palacio de Hisham en Jericó, que se iba a convertir en sede del Gobierno autónomo y residencia de su presidente. Arquitectos españoles estuvieron allí, pero el mal estado del edificio y, sobre todo, las exigencias desorbitadas de su propietario obligaron a renunciar al proyecto. Ahora, la OLP busca un terreno para construir una sede nueva que espera costee España.Seis meses después, Arafat escribió una carta al presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, solicitándole que España actúe como coordinadora de la cooperación en materia electoral que los Doce brinden a la autonomía palestina para organizar en octubre, en el mejor de los casos, sus primeros comicios. Así se lo manifestó Saeb Erekat, presidente de la comisión electoral palestina, a los secretarios de Estado para la CE, Carlos Westendorp, y de Cooperación, José Luis Dicenta, con los que se entrevistó sucesivamente en abril en Jerusalén.
Un catedrático cántabro de Derecho Constitucional, Antonio Bar Cendón, forma parte de la comisión de tres expertos que en el mes de febrero identificó por cuenta de la Comisión Europea y de la OLP 14 proyectos, con un coste que oscilaba entre los 15 y 25 millones de pesetas cada uno, que era necesario desarrollar para poder celebrar elecciones en toda regla. Los diplomáticos españoles nunca se creyeron que la Comisión Europea, que aportará 380 millones de pesetas para la organización de los comicios, estuviese dispuesta a ceder a España el protagonismo de la cooperación electoral. Sí pensaron, en cambio, que entre los 14 proyectos de cooperación definidos por el equipo de Bar Cendón podrían hacerse cargo del que consideraban más atractivo: la creación de la Oficina Electoral Palestina, un organismo parecido a la Junta Electoral Central española, aunque con más poderes.
No fue posible. Partiendo del principio quien más paga elige primero, la Comisión Europea se ha quedado con ese proyecto. Ahora, los españoles buscan entre las otras 13 propuestas cuál les puede interesar más. Por de pronto, han decidido invitar a un grupo de futuros agentes electorales palestinos a venir a España en junio para que vean cómo se deposita una papeleta en la urna.
Al secretario de Estado español de Cooperación le queda un consuelo. La policía palestina, que mañana tiene previsto desplegar sus primeros 2.000 agentes en Gaza y Jericó, sí utilizará en parte material español. La AECI ha puesto 50 millones para el sistema informático de la seguridad palestina y otros 20 para sus telecomunicaciones.
El Ministerio del Interior español ha sido aún más generoso. Proporcionará a las fuerzas de seguridad de Arafat 14 vehículos blindados, cursos de formación de escoltas y de investigación criminal y material antidisturbios.
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