Pujol pide a González garantías de que no dimitirá para seguir apoyándole

El presidente de la Generalitat y de Convergència Democrática (CDC), Jordi Pujol, pidió ayer a Felipe González garantías de que se va a mantener al frente del Gobierno como condición para que los nacionalistas catalanes mantengan el aval político a los socialistas para seguir gobernando. Pujol y González mantuvieron a última hora de la mañana una conversación telefónica después de que se reunieran por separado el secretariado permanente de Convergéncia y el comité de gobierno de Unió Democrática. Los nacionalistas quieren que González "dé la cara, donde él quiera, pero pronto", y desaconsejan al presidente la presentación de una moción de confianza en el Congreso.

"Que se haya escapado Roldán es un fallo importante y grave, pero no invalida todo el trabajo en la lucha contra la corrupción. Creemos que la voluntad de luchar contra la corrupción existe", afirmó ayer Pujol en Salou.Los nacionalistas no han decidido aún si van a pedir la comparecencia de Felipe González en el Parlamento, como han hecho ya el PP e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. No lo van a dilucidar hasta escuchar en la Comisión de Interior al dimisionario ministro del Interior, Antoni Asunción. Jordi Pujol sostiene que lo importante es que hable el Presidente, no el lugar donde lo haga. "No pueden seguir hablando en lugar del Gobierno gente como Almunia, Leguina o Rubalcaba, ha de hablar González", indicó un dirigente de Convergència.

Pujol parecía optar ayer por "ganar tiempo" a la espera de disponer de más información antes de fijar la posición definitiva de la coalición en las próximas semanas. De su conversación con González -que sigue a los contactos que han mantenido durante el fin de semana- no extrajo una impresión definitiva respecto a los pasos que piensa dar el presidente del Gobierno ni una actitud convincente de que vaya a mantenerse en el cargo a toda costa. La impresión de los colaboradores de Pujol es de que "en breve conversarán extensamente o quizás se reúnan de nuevo".

Roca-Pérez Rubalcaba

Por la mañana, Pujol reunió al secretariado permanente de CDC, órgano restringido de dirección del que forman parte, además del secretario general, Miquel Roca, los consejeros Maciá Alavedra (Economía) y Josep Maria Cullell (Política Territorial), el diputado Joaquim Molins y el secretario de organización Ramon Camp.

La cita sirvió para analizar las diferentes alternativas que tienen los nacionalistas y que van desde la retirada del apoyo parlamentario -tesis que ninguno de los presentes suscribió- hasta la conveniencia de estudiar la entrada en el Gobierno si Felipe González hacía in extremis una oferta a CiU. Esta posición fue apoyada por Joaquim Molins, hombre de confianza de Roca.

Quien más información puso sobre la mesa fue el propio Roca, que explicó sus conversaciones con el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras esos contactos, Roca señaló que su impresión es que González está lejos de considerarse un presidente dimisionario y que había que trabajar con la hipótesis de que iba a continuar al frente del Ejecutivo. En el grueso de las intervenciones se resaltó la necesidad de que se vean gestos importantes en la lucha contra la corrupción por parte del Gobierno.

Paralelamente, el comité de gobierno de Unió Democrática, reunido ayer, mostraba una actitud ligeramente más crítica hacia los socialistas. La dirección de Unió tampoco defiende la conveniencia de retirar el apoyo parlamentario al Ejecutivo, aunque pide que "quede claro que el PSOE quiere gobernar" y que González inste rápidamente a los diputados Carlos Solchaga, José Luis Corcuera y José Barrionuevo a que dejen sus escaños de diputados por su responsabilidad en los casos Roldán y Rubio.