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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El fulgor de la fiesta

Cita flamenca La Ina

Guitarra en concierto: Pepe Habichuela. Cante: Duquende y Remedios Amaya. Toque: Chicuelo y Moraíto Chico. Diego Carrasco con grupo. Teatro Monumental, 30 de abril.

Diego Carrasco, una vez más, creó en el escenario el ambiente de la fiesta, secundado por un excelente trío percusionista, los coros de Las Peligro, el gran baile de Joselito Fernández y la fastuosa guitarra de Moraíto Chico.Un escenario bodeguero y, todo hay que decirlo, publicitario hasta el mal gusto, en el que, al término de las dos partes, se mantuvieron los focos largamente sobre el nombre comercial mientras se tardaban en encender las luces de la sala, creando desconcierto en el público. Público que hubo de sufrir durante todo el concierto la grosería e incivismo de algunos grupos que se dedicaron a molestar, sin que nadie autorizado se lo impidiera. Suponemos que la organización está obligada a evitar estas actitudes escandalosas, puesto que quien adquiere una localidad adquiere con ella el derecho apresenciar el espectáculo en paz y orden.

Volviendo a Diego Carrasco, digamos que está como nadie en el secreto de la fiesta, que por la magia de su vena inventiva adquiere condición de relampagueante fulgor, torrente de sonidos en que el ritmo y el compás se complementan de maravilla para crear un clima sonoro apasionante.

Moraíto Chico se sentó junto a Diego e inició ahí una actuación guitarrística absolutamente memorable -su toque en solitario por siguiriyas, maravilloso-, que después continuó acompañando el cante de Remedios Amaya.

Sugestión

Cantaora/cancionera ésta que nos ha sorprendido con un metal de voz bellísimo, preñado de sensibilidad y sugestión, que ella sabe utilizar muy inteligentemente en amplio arco de tonalidades, desde el grito brillante a los bajos impregnados de misterio. Lo jondo lo hace a su aire pero con un gran rajo flamenco. Menos afortunado estuvo Duquende, quien aun cantando bien no llegó a transmitir emoción a la audiencia, pese a contar con un notable acompañamiento de Chicuelo.

Pepe Habichuela fue de nuevo intérprete con pleno dominio de todos los recursos de un maestro. Su toque por soleá tuvo profundidad y sentimiento ejemplares, fue una creación en que la guitarra expresa todo lo que este instrumento es capaz de dar en el flamenco.

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