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TRIBUNALES

La denunciante del médico zaragozano se siente obligada a dejar el pueblo

La actitud crítica y de vacío de una parte de la población ha obligado a la mujer que denunció por agresiones y abusos al médico José Ángel de la Cal, en La Puebla de Alfindén (Zaragoza), a abandonar la localidad. Concha Hernández ha asegurado no poder soportar la presión social de un grupo de personas que le considera "de fuera" y actúa contra ella.La vecina asegura sentir el vacío de un sector de la población desde que denunciara las actuaciones del médico, respaldada después por un amplio grupo de habitantes de éste y otros pueblos.

Tras prestar declaración en el juzgado, hace unas semanas, Hernández ha comenzado a barajar la posibilidad de abandonar La Puebla de Alfindén, al tiempo que nuevas denuncias se suman a las que ya se tramitan por la autoridad judicial.

Son tres las localidades (Pradilla de Ebro, Alfamén y La Puebla) en las que grupos de vecinas han denunciado la actitud irregular del facultativo en los últimos años. De hecho, la filtración a una revista de fotografías con pacientes desnudas corresponde a dos de estas localidades.

La actitud, en este caso, del Colegio de Médicos de Zaragoza ha suscitado numerosas críticas, incluso con la adopción de un acuerdo de reprobación por parte de uno de los ayuntamientos donde había ejercido De la Cal, por no haber separado, cautelarmente, de la profesión al doctor, hasta que este hecho no fue denunciado en los medios de comunicación. Sólo la intervención del Servicio Aragonés de Salud apartó a De la Cal del contacto con los pacientes.

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