Un paso adelante

EL GOBIERNO cubano ha dado un paso adelante al reunirse el pasado fin de semana en La Habana con 225 exiliados de tendencia moderada. Aunque todavía es pronto para evaluar los resultados, y pese a que el grupo de exiliados que. participó en el encuentro no era representativo de todos los sectores de la emigración, por primera vez en mucho tiempo el régimen de Fidel Castro ha actuado con realismo, aceptando, al menos de forma implícita, que cualquier intento futuro de solución y de evolución civilizada en Cuba pasa por la reconciliación con el exilio.Para que este primer paso sea creíble y efectivo, las autoridades cubanas deben impulsar nuevas acciones y evitar que la conferencia de La Habana se convierta en un simple acto de propaganda. El diálogo debe continuar, y con la máxima celeridad, puesto que todas las alarmas están encendidas. La desesperada situación de los cubanos requiere soluciones urgentes.

Los temas tratados durante la conferencia La nación y la emigración son importantes, pero apenas han sido esbozados y requieren de mayor profundización. Así sucede con la medida de permitir a todos los cubanos que abandonaron legalmente la isla regresar cuando lo deseen. Se excluye de esta medida a los balseros y a los que pidieron asilo político. Nadie tiene el derecho de prohibir a una persona salir de su país o volver cuando lo desee. Mientras esto no cambie, la reconciliación entre los cubanos no será posible.

El Gobierno cubano ha dado un primer paso, aunque tímido, hacia la reconciliación. El exilio debe luchar por espacios de moderación en Estados Unidos y evitar más choques frontales. Tras 35 años de odios e incomunicación, La Habana y Miami deben empezar a mirar al futuro, pues de ellos depende que Cuba salga adelante. También Washington debe comprender esto y levantar un embargo que sólo sirve a La Habana para achacar al bloqueo todos los males y frenar así la necesaria apertura.